La reactivación del mercado inmobiliario de A Coruña tira de pisos de segunda mano. Desde el año 2016, las compraventas de viviendas de segunda mano han supuesto en torno al 90% del total de las que se registran en la ciudad, de acuerdo con datos del Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana.El porcentaje es casi el doble del que se daba antes del pinchazo de la burbuja inmobiliaria de 2008. Mientras entraban en el mercado las promociones de aquella época, la vivienda nueva suponía casi todos los años la mayoría de las transacciones del municipio.

Así, desde 2004, cuando comienza la estadística del Ministerio, hasta 2010, las viviendas de segunda mano sumaban apenas el 47,8% de las transacciones anuales, de media. Tan solo fueron más que las de vivienda nueva en 2004 y 2006, y, aún así, los porcentajes son modestos: respectivamente, del 51,3 y del 57,1%

En 2009, el año en el que la vivienda nueva sumó un mayor porcentaje de transacciones, solo cuatro de cada diez compraventas eran de pisos de segunda mano. En conjunto, durante estos años de bonanza inmobiliaria se vendieron más de 10.500 pisos recién construidos, mientras que la cifra de compraventas de segunda mano es algo superior a 9.800.

Las transacciones de viviendas que ya habían sido habitadas se hicieron mayoritarias en 2011 y 2012, años en el que supusieron un 54,8 y un 59,7% del total, respectivamente, y, tras este periodo de transición, la reventa pasó a dominar completamente el mercado inmobiliario. En 2013 ya supuso tres de cada cuatro transacciones, y en 2015 eran más de cuatro de cada cinco.

En 2016 el porcentaje de vivienda usada llegó al 88,7%, y desde ese año siempre ha estado en torno al 90%, con un pico del 92,6% en 2020. En el primer semestre del año actual se han contabilizado 1.239 compraventas, pero solo el 11,1% son de pisos de nueva construcción.

Desplome de vivienda nueva

Entre 2004 y 2010 se vendían anualmente más de 1.000 casas que nunca habían sido ocupadas en el municipio. El pico se dio en el año 2007, junto antes del pinchazo de la burbuja inmobiliaria, cuando se alcanzó la cifra de 1.951 pisos. Fue un ejercicio extraordinario, pero la media durante estos años era de algo más de 1.500 transacciones anuales, unas cifras muy lejanas de las actuales.

La decadencia de la nueva construcción se empezó a hacer patente en los años 2011 y 2012, con un descenso brusco de las ventas. De los 1.485 pisos recién acabados que se vendieron en 2010 se pasó a 695 al año siguiente, y de 615 en 2012. La cifra volvió a reducirse a la mitad al año siguiente, pues en 2013 solo hubo 294 compraventas de pisos.

Desde entonces ha habido altibajos anuales, pero el promedio de viviendas que han entran anualmente en el mercado entre 2013 y 2019 ha sido de 268. Esto es, cinco veces menos que en 2010 y los años anteriores.

El año en el que menos compraventas de casas de nueva construcción se registraron en la ciudad fue 2020, cuando la cifra se quedó en 156. Probablemente el descenso tuvo que ver con la crisis del coronavirus, pues el mercado parece que ha remontado este año hasta cifras anteriores al COVID, al menos según los datos provisionales. En el primer semestre de 2021 ya se han registrado 138 compraventas de pisos de nueva construcción.

Remontada del mercado

La vivienda de segunda mano también vivió una decadencia tras el estallido de la burbuja, pero en los últimos años se ha incrementado ampliamente y se han superado las cifras de la década de los 2000. Entre 2004 y 2007 se vendieron una media de 1.620 pisos de segunda mano en la ciudad, pero entre 2008 y 2013 la cifra cayó por debajo de los 1.000 durante la mayoría de años, con la excepción de 2010, cuando la estadística sube hasta los 1.412. Fuera de ese ejercicio excepcional, la media fue de 920 transacciones anuales.

A partir de 2014 las cifras escalan rápidamente. En 2015 hubo 1.462 compraventas, en 2016 se llegó a las 1.806, y, al año siguiente, las transacciones fueron algo más de 2.000. En 2018 y 2019 se mantuvieron algo por encima de las 2.300, e incluso en 2020, con el impacto de la pandemia, se llegó a 1.959 compraventas. El promedio del quinquenio 2016-2020 fue de 2.082 transacciones, un 28,5% por encima de las que se registraban antes del estallido de la crisis de 2008.

Ha sido el dinamismo de la segunda mano la que ha dado oxígeno al mercado inmobiliario. Entre 2016 y 2020 las compraventas anuales medias, contando vivienda nueva y usada, se han acercado a las 2.300, y en 2018 y 2019 se superaron las 2.500. Es menos que antes de la burbuja, pues entre 2004 y 2007 el promedio era de algo más de 3.200 compraventas al año, pero supera los datos de inicios de la década pasada. Entre 2011 y 2015 se vendieron poco más de 1.500 pisos al año en la ciudad, y en 2013 se alcanzó la cifra más baja desde que el Ministerio ofrece estadísticas: un total de 1.219 viviendas.