Desolador panorama ante la falta de público tanto el jueves como el viernes en el sexto concierto de abono de la Sinfónica de Galicia. ¿Qué está pasando? ¿Dónde están esos abonados de la OSG que casi llenaban un concierto del Palacio de la Ópera concierto tras concierto? ¿Dónde están todos esos melómanos coruñeses tan fans de la OSG que abarrotan María Pita en los conciertos de verano? ¿Dónde están esos estudiantes de música, que melómanos ellos, buscan esa inspiración, motivación y objetivos para seguir estudiando?

Concierto ordenado cronológicamente regresivo, aunque en realidad la primera obra esté inspirada en temas del Renacimiento. La obra de Zimmermann logró el objetivo de divertir, además de recrear, con las herramientas actuales, instrumentos y creación compositiva, sonoridades propias del Renacimiento, fundiéndolas como un collage con técnicas y sonoridades compositivas actuales. Mención especial para dos grandes guitarristas locales como Carnota y Arnaiz que supieron recrear los sonidos de laúd requeridos por el compositor.

El segundo concierto para piano de Saint Saëns es uno de los conciertos más grandes para piano, de hecho es de los exigidos en los grandes concursos para este instrumento por su espectacular virtuosismo.

Esta noche jugué a no dejar llevarme por la sugestión de leer el currículum del pianista para poder opinar sin prejuicios y jugar a adivinar escuela y origen del mismo. El apellido, Kozhukhin, se prestaba, pero la manera de tocar era inconfundible: escuela rusa. Sonido amplio, robusto, el Steinway se le quedaba pequeño por momentos con esa técnica apabullante propias de alguien que debió de ser un niño prodigio en su momento. Cuando en el bis a viva voz dijo “la mañana” de Grieg ya pensé en que éste había estudiado en España, y no podía ser en otra escuela que en la Reina Sofía de Madrid, y bingo.

Siempre que escucho a grandes instrumentistas con un gran concierto, mi cuerpo me pide ya una repetición con otro gran concierto para comparar y “etiquetarlo”, algo muy de frikis de la música, como un servidor. Es de agradecer el ímpetu del Maestro Coelho a lo largo de todo el programa, pero sobre todo en la Sinfonía 60 de Haydn, en una versión dinámica en todos sus movimientos, vibrante y con mucho impulso y que se agradece, pues con las sinfonías de Haydn si eso no ocurre pueden aburrir hasta a las ovejas. Como todas las noches, mención especial para Bushnell, inspiración de profesionalidad para los más jóvenes.