El juzgado de Primera Instancia número 8 de A Coruña ha sacado a subasta una finca de más de 45.700 metros cuadrados situada entre la AC-552 y la antigua cantera de As Rañas. Los terrenos se encuentran en el margen izquierdo de la carretera yendo hacia Arteixo, tras pasar Marineda y las instalaciones de Hermanos Freire pero antes de llegar a la rotonda en la que se encuentra Samsic Iberia; aproximadamente, a la altura del desvío de la autopista. Aunque el juzgado no establece una puja mínima, el valor de subasta supone una cifra récord en la ciudad, al menos en las últimas décadas: algo más de 9,2 millones de euros en un único lote.

La propiedad pertenece al completo a la sociedad Esnoypro SL, una promotora urbanística coruñesa a la que se reclaman cerca de 11 millones de euros; el motivo de la subasta, de hecho, es una ejecución hipotecaria. Sobre la finca pesan tres hipotecas, contraídas con la antigua Caixanova. La primera de ellas, formalizada en 2007 y con un principal de seis millones de euros, fue transferida al Sareb en 2012. Las otras dos, abiertas en 2008 y 2009, suman 5,3 millones de euros. Estas cifras no incluyen los intereses, costas y gastos.

La parcela supone un 41% del polígono del Monte da Fieiteira, una franja que suma unos 110.000 metros cuadrados y que se extiende bordeando la carretera desde la rotonda de Marineda a la de Samsic Iberia. Pese a que el terreno subastado está actualmente vacío (el catastro clasifica la parcela como “monte matorral”, y no se están aprovechando para cultivo), el Plan General de Ordenación Municipal (PGOM) establece que el polígono es de suelo urbano no consolidado, por lo que se podría construir en él.

De acuerdo con el documento urbanístico, en el polígono se permiten usos industriales, con edificios de hasta cuatro alturas, y también comerciales, si bien para estos últimos habría que presentar antes un plan de análisis de riesgos positivo. En la zona del polígono más próxima a Marineda se encuentran instalaciones de Valentine y Freire Hermanos, pero la mayoría está vacía.

En total, en Monte da Fieiteira se permite una superficie edificable de unos 139.000 metros cuadrados. Se reservan algo más de 44.000 metros cuadrados de suelo para dotaciones públicas, de los que más de 30.000 se dedican a una red viaria para dar acceso a las naves que se construyesen, y a los espacios libres. Estos suman cerca de 14.000 metros cuadrados. En cuanto a las plazas de aparcamiento, el PGOM establece 347 públicas y 1.042 privadas.

Los 9,2 millones en los que se valora la finca de A Fieiteira supera ampliamente los cinco millones de euros por los que el Juzgado de lo Mercantil número 1 subastó en 2018 varios solares en los polígonos Parque de Oza y Fariña Ferreiro, donde se permite edificación. En aquel caso se trató de una subasta voluntaria, gestionada por el juzgado pero abierta a petición de los propietarios, y, además, el precio se repartía en seis lotes. El más caro, dos parcelas de Fariña Ferreiro, valía 1,67 millones.

Polígono de As Rañas

Al sur del polígono del Monte da Fieiteira se encuentra otra zona urbanizable que nunca se ha desarrollado: el área empresarial de Ciudad de la Tecnología y Parque Alto, con una superficie de cerca de un millón de metros cuadrados y que se extiende entre esta carretera y las cercanías de Pocomaco, incluyendo las explotaciones mineras de ese monte. De acuerdo con el PGOM, en la zona se podrían realizar usos terciarios (en el espacio de las canteras) e industriales, vinculados, fundamentalmente, a las nuevas tecnologías, la investigación y el desarrollo, con una superficie edificable de casi 546.000 metros cuadrados. También habría que realizar una reforestación con especies autóctonas, e incluir sendas peatonales y espacios públicos.

El convenio para recalificar los terrenos se firmó en 2009, apenas dos semanas antes de la aprobación del PGOM, y en él participaban las empresas que explotaban las minas a cielo abierto, Canteras de Pescas y Trebegong. También tres de las sociedades inmobiliarias más importantes de la ciudad en aquellos años: Promotora Urbanística Las Rías, de José Collazo; Inmobiliaria Costa Coruña, de Manuel Soto; y Anjoca, de Ángel Jove.

Los promotores volvieron a reactivar el proyecto en 2017, pero el anterior Gobierno local declaró caducada la tramitación en junio del año siguiente, debido a que estos no presentaron la documentación adecuada al Concello durante el trámite de evaluación ambiental.