En la zona ARI de las casas de Franco, para las que el Concello acaba de anunciar ayudas de rehabilitación en la convocatoria del próximo año, ya hay un andamio delante de uno de los portales, en Monasterio de Cines. El edificio, de 40 viviendas, necesita una mejor accesibilidad y arreglos en las fachadas para acabar con las humedades y alcanzar un adecuado nivel la eficiencia energética. Su comunidad de propietarios se ha apresurado a colocar la instalación de obras, incluso antes de conocer cuándo se abrirá el plazo de dos meses para solicitar las subvenciones, porque ya cuenta con la licencia de rehabilitación, no como en 2018, cuando había pedido la misma ayuda en la primera convocatoria en la que entraron las casas de Franco. Ahora, con el andamio en la calle, los dueños del edificio también envían un mensaje al Ayuntamiento: que no demore el concurso y agilice la tramitación de las ayudas, que contarán con un importe de 1,3 millones de euros para esta zona y para viviendas del casco viejo y Labañou.

El presidente de la comunidad de este inmueble, Juan Carlos Queijo, repasa que en la convocatoria de 2018, en el mandato anterior, la casa presentó un proyecto de rehabilitación, pagó el impuesto de obras y solicitó la licencia municipal de rehabilitación, requisito necesario para acceder a la subvención. Pero finalmente el Concello no se la otorgó porque el plazo para pedirla y obtenerla había concluido antes de que finalizase la tramitación del permiso. En aquel ejercicio el Ayuntamiento, que preveía gastar 550.000 euros en las casas de Franco, no llegó a justificar ninguna obra vinculada a las ayudas de rehabilitación en las ARI de la ciudad, según constató la Xunta, administración que las tramita y otorga.

Una vez que estos vecinos consiguieron la licencia de obra, Queijo preguntó periódicamente al Gobierno local por la nueva convocatoria de ayudas a las áreas de rehabilitación integral (ARI) con la esperanza de que las casas de Franco volvieran a ser incluidas. La administración local informó varias veces este año a estos vecinos de que las ayudas, que no se convocan desde 2019, serían promovidas y afectarían de nuevo a su zona.

El Concello ya las ha anunciado, pero de momento se desconoce cuándo se abrirá el plazo de solicitudes, que será de dos meses, según señalan las bases del proceso. En estas se recoge que, para optar a las ayudas, las obras que los dueños hayan ya realizado o estén ejecutando no podrán estar iniciadas con anterioridad al 27 de abril de 2019, fecha de fin de la presentación de solicitudes de la anterior convocatoria de ayudas del Plan Estatal de Vivienda.

Los vecinos que ya tienen licencia de rehabilitación advierten de las complicaciones por las que pasaron ellos para poder tramitar su proyecto y obtener la licencia, por lo que ahora reclaman al Concello que agilice el proceso para que los peticionarios no de encuentren trabas. Añaden que no les consta que otros vecinos de la zona hayan dado pasos para iniciar obras.

El Gobierno local prevé repartir la inversión municipal en las ARI con 529.612 euros para las casas de Franco, 571.290 para el grupo de viviendas María Pita de Labañou y 237.447 para Ciudad Vieja y Pescadería, con prioridad para edificios catalogados. El Ejecutivo también pedirá a la Xunta y al Estado sus respectivas inversiones en el conjunto de las áreas; los propietarios beneficiarios de las ayudas contribuirán con otra parte del gasto. El Concello subvencionará hasta 6.000 euros por vivienda objeto de rehabilitación en Labañou y O Ventorrillo; la Xunta, hasta 4.000; y el Estado, hasta 12.000, con mil euros más en el caso de edificios protegidos.