La Asociación de Personas Sordas de A Coruña (Aspesor) ya tiene su Medalla al Mérito de la Ciudad en la categoría de oro. La entregó ayer la alcaldesa, Inés Rey, a la presidenta de esta entidad, Susana Castelo, en un acto muy emotivo marcado por los mensajes de cariño, orgullo y lucha. “Estoy nerviosa. Es un día muy especial”, confesó Castelo.

Aspesor nació hace 51 años para “romper barreras”, según las palabras de la regidora. Mirando atrás, la presidenta de la asociación aseguró que la situación ahora “es mejor” que en aquellos años 70. Muchos años de “trabajo, esfuerzo y lucha continua” les han permitido sortear obstáculos. Pero todavía quedan muchos en el camino, alertaron ayer Rey y Castelo. “Hemos conseguido logros, pero no al 100%. Hace 51 años, no teníamos recursos, ni servicios ni intérpretes”, señalaron.

Fue una asociación pionera, liderada en su día por Gonzalo Parga, que sirvió como punto de encuentro de personas sordas y familiares. Encontraron aquí un refugio que ahora el Concello premia con esta medalla de oro. “De todo esto salió algo positivo, que fue que un grupo se juntó para crear Aspesor”, dijo Susana Castelo, visiblemente emocionada.

En el salón de plenos del Ayuntamiento, la presidenta de la entidad mandó un mensaje claro: “La sordera parece una discapacidad invisible porque a simple vista no sé y eso hace que parezca que no estamos en la sociedad, por lo que, en ocasiones, los derechos de las personas sordas también son invisibles”. El reto está claro, lograr un mundo accesible para todos. “La barrera principal es la mala accesibilidad a la información”, insistió.

La alcaldesa, que empezó su intervención en lenguaje de signos, también citó las barreras que estas personas se encuentran en “diferentes ámbitos del día a día”. En ese camino, el Concello trata de poner su granito de arena. Las personas sordas cuentan con un intérprete de lenguaje de signos para seguir los plenos y, además, disponen de un servicio de videointerpretación en las webs municipales.

Susana Castelo sirvió de altavoz de los usuarios de Aspesor que solo desean “la accesibilidad plena”. “Quizá llegue en 50 años”, comentó, y destacó también la implicación de los “socios que han estado o están” en la asociación, pues la mantienen viva.