Aretha Franklin, divinidad del soul, vive en el alma de sus admiradores tres años después de su muerte. Entre los músicos y cantantes que no han dejado de reverenciarla, algunos lo hacen a través de tributos musicales, de repertorios que se entregan al éxtasis que transmiten sus canciones. Freedom es uno de ellos. En la formación de once artistas conviven cuatro mujeres y siete hombres, que hoy actuarán en Garufa Club a las 22.30 (apertura de puertas a las 22.00).

Ellas son Noelia transformada en Aretha, y Sara, Irene y Ángeles como coristas. De los instrumentos que no son la voz se encargan sus siete compañeros, todos transformados en una portentosa banda que repasa en su homenaje los grandes éxitos y otros temas no tan populares de la llamada en su día, e inmortalizada para siempre, como la Reina del Soul. La experiencia —la de unas más, la de otras menos— es la principal garantía que ofrece Freedom (The Very Best of Aretha Franklin). Porque entre Noelia Santos, Sara Vázquez, Irene Añón y Ángeles Dorrio hay muchos años de desafíos individuales y colectivos sobre los escenarios, con precoces actuaciones en algún caso y en formaciones como Sisters in the House, Dúo Vintage, Sabinaria, Swing Sentido, Entre Elas o Savoy Club Big Band. Por estos grupos pasaron la vocalista y las coristas de Freedom, rendidas ahora al reto mayúsculo de revivir a la mismísima Aretha Franklin.

“Cantar a Aretha es combinar lo que idolatras y lo que eres, mezclar admiración y aportar cosecha propia. Una aprende imitando y confía en poder acercarse a Aretha Franklin, en quien está no solo su voz sino las de todas las voces del soul, del góspel y del funk: Marvin Gaye, Otis Redding, Roberta Flack…”, confiesa Noelia Santos, para quien el soul es “la mejor forma de expresarse” como cantante y como aficionada a la música.

A su espalda o a un lado, su coro: palabras mayores. “Es muy exigente ser corista de Aretha, y a mí me toca la voz que interpretaba Cissy Houston, la madre de Whitney”, dice Irene Añón. “Tienes que lograr con tus voces que todo suene poderoso, con energía y a la vez delicadeza. Y mantenerlo con bailes, mucha concentración y un vestido muy ajustado”, explica Sara Vázquez. “La dificultad de ser corista la da el propio soul, que tiene fuentes muy fuertes, como el góspel. Y si tienes una voz contralto como la mía, debes saber hacer buen contraste con la voz soprano de Aretha”, detalla Ángeles Dorrio.

Freedom se junta hoy por sexta vez para rendirse a la figura de Aretha Franklin. Las chicas se sienten mejores. “Hemos mejorado un poco en todo, en puesta en escena, en coreografía”, dice Dorrio. “Cuanto más actúas, más progresas en técnica vocal y expresividad”, sostiene Vázquez. “Somos fieles a las grabaciones de Aretha en el sello Atlantic, pero también tenemos influencias de puesta en escena de los coros de Beyoncé o Tina Turner”, añade Añón.

Rock steady, Spirit in the dark, Don’t play that song, I never loved a man the way I love you, Baby I love you, (You make me feel like) A natural woman. Estas son las canciones favoritas de la Aretha de Freedom y sus coristas. Sonarán algunas en Garufa Club. Como respaldo, el sexteto ideal que forman Pablo Añón, Nicolau Rodríguez, Santi González, Iago Mouriño, Alberto Grela, Octavio Vargas y Samuel Pérez. Las entradas están a la venta en la tienda Rockbox de la calle José Luis Pérez Cepeda y en la taquilla de la sala la noche del concierto.