La reurbanización de la avenida Fernández Latorre, con un presupuesto de 761.510 euros y un plazo de ejecución de siete meses, incluye la ampliación de aceras, la eliminación de dos carriles de circulación, la colocación de mobiliario urbano, la plantación de árboles y la creación de un carril bici que conectará con otros itinerarios ciclistas.

El objetivo de la actuación es reducir el espacio dedicado a los vehículos para beneficiar a peatones y ciclistas. Se eliminará un carril de circulación por sentido en Fernández Latorre, y ese espacio se dedicará al nuevo carril bici y a la ampliación de la acera de los números impares. Del otro lado, entre los portales 90 y 106, se suprimirá la línea de aparcamiento existente para, además de dejar paso a las bicis, ampliar el espacio para peatones pues, a día de hoy y según el proyecto, no en todos los puntos cumple los criterios de accesibilidad.

Este proyecto permite al Concello ampliar la red ciclable. Todo el trazado será unidireccional, por lo que se construirá en los dos lados de la avenida. Conectará con los itinerarios para bici que ya hay en la glorieta de Ramón y Cajal, por un lado, y en la calle Puga y Parga, por el otro.

La reforma también busca una mejora de la movilidad, que deberá ser más segura, por lo que se añadirá un nuevo paso de peatones entre los números 120 y 122 de la avenida. Esto incluye también la renovación de pavimentos, de señales y el cambio de ubicación de algunos semáforos. Además, se renovará el alumbrado público en la zona.

El proyecto indica que se eliminarán 16 plazas de aparcamiento en Fernández Latorre, cinco en la calle Marqués de Amboage y otras tres en Castro Chané. Se añaden, sin embargo, siete espacios para el estacionamiento de motos. Así, donde actualmente hay 35 plazas de aparcamiento en línea, después de las obras habrá 19 sitios para coches y siete nuevos para motos.

El Concello pretende mejorar la estética de la calle. Para ello, se plantarán siete árboles en hilera y se colocarán bancos de madera y papeleras. Los contenedores existentes, que se encuentran dispersos, se agruparán en pequeñas islas en varios puntos de la avenida. A esto se unirá la renovación del pavimento de la calzada y aceras.