El próximo 1 de enero no habrá aún presupuesto municipal para 2022; no hay todavía proyecto y el mes escaso de año que queda no permite completar los trámites necesarios para su aprobación antes de que termine diciembre, lo que obligará al Gobierno local en minoría a prorrogar por segunda vez las cuentas de 2020. Pero el pleno de la Corporación, por el que deberá pasar el presupuesto dos veces antes de su entrada en vigor, puso ayer de relieve la buena sintonía que el PSOE necesita establecer con Marea Atlántica para garantizar el apoyo al documento contable.

Ese romance ocasional entre fuerzas de izquierda, que a lo largo del mandato han mantenido enfados y enfrentamientos, quedó de manifiesto en la última sesión plenaria ordinaria del año con el respaldo del Ejecutivo a una moción sobre memoria histórica y a dos propuestas defendidas por Marea en los ámbitos de la cultura y la vivienda. También, y con más claridad, en el debate de una moción del PP en la que este grupo reclamaba ser tenido en cuenta para la elaboración de las cuentas, a la que el portavoz municipal respondió elogiando la “posición constructiva” de Marea y criticando la voluntad de los populares “de pretender que no haya acuerdos y que el Gobierno local no acuerde con los demás” grupos.

El camino hacia la aprobación de un nuevo presupuesto se allana, aunque con retraso, gracias al diálogo y el entendimiento que se dedican PSOE y Marea en las últimas semanas, que quedará además hoy reforzado con otro trámite plenario en sesión extraordinaria: el acuerdo para impulsar, de manera conjunta, la creación de un operador energético municipal, una empresa pública de energía, propuesta de Marea incluida en el pacto de investidura firmado en 2019.

A este proyecto se suman el de la constitución de un Consello Municipal da Cultura y la activación de un plan que garantice el derecho a la vivienda. Sobre este incidió Marea tras avanzar que apoyaría la aprobación inicial de la ordenanza de rehabilitación y conservación, iniciativa para la que el grupo de la oposición hizo al menos tres aportaciones tenidas en cuenta por el Gobierno local, como la de implantar actuaciones de oficio municipales en el caso de inmuebles o solares abandonados. El edil de Urbanismo, Juan Díaz Villoslada, recogió el guante lanzado por el concejal Iago Martínez y adelantó que “en breve” habrá un acuerdo con Marea para conseguir el “reto importante” de diseñar un plan social de vivienda.

Respecto al Consello da Música, el portavoz municipal, José Manuel Lage, anunció su creación antes de que acabe el año durante la exposición de la iniciativa de un cambio en el presupuesto del IMCE, así como el nombramiento del cargo de dirección del teatro Colón. Marea demandó esta medida en los últimos meses y llevó a un pleno la constitución de este órgano para apoyar al sector cultural por los daños sufridos por la crisis sanitaria. Ayer celebró su anuncio, no sin desaprobar “la gestión municipal del área de Cultura”. El Concello, con la modificación en las cuentas del IMCE, asegura que reforzará la programación cultural en lo que queda del año con la programación desde el día 10 de 66 actuaciones en los barrios, la mayoría de artistas de la ciudad.

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Pleno en A Coruña (02/12/21)

Además, el PSOE apoyó una moción de Marea en la que reclama una segunda fase de supresión de simbología franquista en la ciudad. El edil Jesús Celemín recordó que no solo Marea ha promovido eliminar estos símbolos, “también lo hicieron otros gobiernos socialistas”.

La oportunidad en la que quedó mejor reflejada la cercanía entre el Gobierno socialista y Marea fue en el debate de la moción del PP en la que reclamaba ser partícipe del diálogo para la elaboración del presupuesto. Rosa Gallego, portavoz popular, criticó los acuerdos entre los partidos de izquierda, a los que unió en un “gobierno bipartito”. “No sé si Marea les prohíben dialogar con nosotros”, dijo. Lage reprochó al PP no haber presentado propuestas al presupuesto y defendió la relación actual con Marea: “Son más constructivos y es posible llegar a acuerdos aunque no pensemos lo mismo. Va a ser posible entenderse si quieren entenderse, pero al PP solo le interesa poner trabas”. La enmienda del PSOE y Marea a la moción fue aprobada.

A Maestranza, un proyecto diseñado sobre una normativa “vetusta” y con “criterios obsoletos”

El concejal de Urbanismo, Juan Díaz Villoslada, se mostró ayer “dispuesto a considerar el marco jurídico urbanístico” existente y también, de una “forma especial” a tener en cuenta “los informes, recomendaciones y sugerencias que emitan los órganos de Patrimonio Cultural”, en referencia al informe preliminar de la Xunta sobre el proyecto de edificación en dos parcelas de A Maestranza. En este texto, la directora xeral de Patrimonio Cultural señala, tal y como recordó ayer el portavoz del BNG, Francisco Jorquera, que este proyecto se ha diseñado teniendo como base una normativa “vetusta”, redactada hace “veinte años” y con “criterios obsoletos”. En su intervención, Jorquera instó al Gobierno local a revisar el Plan Especial de reforma Interior (PERI) de A Maestranza, ya que, también a criterio de Patrimonio, no tuvo en cuenta la “sensible localización” de las parcelas, toda vez que su edificación modificaría la fachada litoral y alteraría las vistas. Este informe no es definitivo, ya que está pendiente de las catas arqueológicas que se están realizando en la zona para conocer si hay más restos de valor. “Estos informes son los que tenemos que tener en cuenta a la hora de considerar o reconsiderar el estudio de detalle”, manifestó. En este primer análisis, Patrimonio ya alerta de que el proyecto ha de modificarse para reducir volúmenes y alturas. Sobre el futuro de la casa Escariz, a preguntas de Marea Atlántica, Villoslada dijo que el Concello ya había depositado en el juzgado el dinero correspondiente a las misas que solicitó Piñeiro Pose para poder reclamar el inmueble.

Ibrahima y Magatte como ejemplo cívico

Los grupos del BNG y Marea Atlántica vieron respaldada por unanimidad una moción conjunta con la que reclaman al Gobierno local que acelere los trámites para el nombramiento como hijos adoptivos de la ciudad a Ibrahima Diack y Magatte Ndiayey, los jóvenes senegaleses que trataron de evitar la paliza mortal a Samuel Luiz el pasado 3 de julio. La moción reitera el cumplimiento de la del pasado mes de septiembre en la que se aprobó tal reconocimiento e incluye la iniciativa de que la ONG Ecodesarrollo Gaia impulse un programa educativo por la diversidad y la no violencia en institutos y entidades sociales de la ciudad. “Frente a la violencia extrema y gratuita de los asesinos, tenemos la lección de humanidad e comportamiento cívico de Ibrahima y Magatte”, recalcó Jorquera, portavoz del BNG, en su intervención. “A Coruña precisa iniciativas que nos hagan recordar el crimen para que no se vuelva a repetir”, señaló Claudia Delso, edil de Marea.

Acuerdo para dignificar la casa de Rosalía

La “dignificación” de la casa de A Coruña en la que vivió la escritora Rosalía de Castro entre 1871 y 1874, en la calle Príncipe de la Ciudad Vieja, propiedad actual de Abanca, recibió el apoyo unánime de la Corporación que reclamó el BNG en una moción. Los nacionalistas defienden la musealización de la morada para abrirla al público, explicó Francisco Jorquera, que pidió al Concello que abra conversaciones con Abanca para lograr la cesión de la casa. La iniciativa persigue también que la sepultura del marido de Rosalía, Manuel Murguía, ubicada en el cementerio de San Amaro, cambie sus inscripciones al idioma gallego. El portavoz municipal, José Manuel Lage, expresó la voluntad de promover la conversión del lugar en museo, pero advirtió de “trabas” administrativas que no garantizan las intenciones.