El clima de entendimiento que define en la actualidad la relación entre el Gobierno local y el grupo de Marea Atlántica se tradujo ayer en la aprobación de un cambio en el presupuesto de este año, que prorroga las cuentas de 2020, por valor de 7,6 millones de euros. De esta cantidad retirada de partidas anteriores y ahora aplicada a nuevos destinos, casi 6,3 millones corresponden a proyectos de la estrategia Eidus Coruña, por la cual la Unión Europea financia el 80% de estas iniciativas y el Concello el 20%. Entre ellas se encuentra la más costosa del plan, la humanización y naturalización del paseo marítimo en la zona de Orillamar, con una inversión estimada de 2,1 millones.

La modificación presupuestaria pactada entre el PSOE y Marea fue aprobada en un pleno extraordinario en el que las demás fuerzas políticas no le dieron su apoyo: el PP, molesto en las últimas semanas por el diálogo fructífero que mantienen el Ejecutivo local y Marea en el marco de la negociación por las cuentas de 2022, votó en contra, mientras que el BNG y la concejal no adscrita Isabel Faraldo se abstuvieron.

El acuerdo permite darle recorrido a la reforma de un tramo del paseo marítimo sin tener que esperar al nuevo presupuesto. Hasta ahora el Concello ha ejecutado 2,11 millones de los 18,75 de financiación repartida entre Europa y la administración local, los gastados en un total de 27 proyectos. De los 24 que aún no se han licitado está la humanización del paseo en Orillamar, el de más coste, una intervención proyectada durante el mandato de Marea que quedó congelada en los últimos dos años y medio.

El cambio en las cuentas supondrá además progresar en otros proyectos de Eidus Coruña como el desarrollo de huertos urbanos, la remodelación de mercados municipales, un sistema de información de calidad ambiental y la reforma del centro cívico de O Birloque. Al margen de este programa, la modificación habilita 1,3 millones de euros para la convocatoria de ayudas a la rehabilitación en las ARI del casco histórico, las casas de Franco y el grupo de viviendas María Pita de Labañou por importe de 1,3 millones, las primeras subvenciones de este tipo fomentadas por el Concello desde 2018.

El pleno extraordinario reforzó la armonía actual entre Marea y el Gobierno local con la aprobación también de la creación de una comisión, en el plazo de dos meses, para perfilar el proyecto de un operador energético municipal, compromiso adquirido por el PSOE en el pacto de investidura con Marea. La iniciativa pactada entre estos dos grupos fue apoyada por el resto de la Corporación salvo el PP, que la calificó de “tomadura de pelo” y le auguró “fracaso” tras compararla con planes similares en Barcelona y Cádiz. Con este proyecto, que será impulsado a través de Emalcsa, el Concello pretende que la ciudad cuente con una herramienta para gestionar la electricidad. La administración local prevé elaborar un mapa de energías renovables con el fin de analizar la potencialidad de su generación por el Ayuntamiento.

Como en el pleno ordinario del día anterior, el portavoz municipal, José Manuel Lage, agradeció a Marea su voluntad “constructiva” para “trascender diferencias políticas y poner la ciudad por delante de los intereses partidistas”. La portavoz del PP, Rosa Gallego, censuró de nuevo el diálogo entre PSOE y Marea, de quien dijo que “lleva la batuta” del Gobierno local.