No todas las denuncias vecinales comunicadas por teléfono al 092 por molestias ocasionadas por el ruido de las concentraciones de personas en la calle o botellones y por las terrazas de hostelería derivan en una intervención policial y muy pocas de ellas terminan en una propuesta de denuncia o levantamiento de infracción que lleve consigo una sanción. Los datos de los meses de septiembre y octubre en este aspecto, proporcionados por el Gobierno local al grupo municipal del PP en una respuesta plenaria, reflejan que las intervenciones de los agentes representan el 66% del total de las reclamaciones vecinales (192 frente a 290 avisos en dos meses), y que solo el 7,2% de estas denuncias telefónicas (21) terminan en una propuesta de sanción.

Precisamente en los meses de septiembre y octubre se acentuaron las quejas de los vecinos de algunas zonas de la ciudad, sobre todo el Orzán, por las aglomeraciones de personas en horario nocturno durante todas la semana, especialmente los sábados y domingos. También se quejaron por el ruido provocado por clientes de terrazas que impedían su descanso. En un mes se registraron 174 llamadas telefónicas por este tipo de molestias y al siguiente 116. Los policías locales se movilizaron a las zonas en las que se denunciaron en 114 salidas en septiembre y en 78 en octubre.

Las más graves de estas incidencias derivaron en propuestas de denuncia por parte de los agentes del 092, un total de 21 en el mismo periodo, aunque los datos policiales muestran que finalmente se impusieron tres sanciones más, hasta 24: ocho por reuniones de personas en la calle para beber, cantar o escuchar música de noche en espacios públicos y 16 por exceso de ruido.

Parte de las quejas vecinales apuntan al horario de actividad de los establecimientos hoteleros en la zona del Orzán. En concreto, el PP preguntó al Gobierno local por las licencias de los locales de la calle Perillana. Allí, donde este año el Concello ha concedido dos autorizaciones, hay bares con tres tipos distintos de permisos que les permiten estar abiertos hasta las dos, las dos y media y las cuatro y media de la madrugada, horarios que se amplían en media hora las noches de viernes, sábado y domingo y festivos y sus vísperas, responde el Gobierno local.

Vecinos del Orzán han dirigido sus protestas por el ruido y los botellones en horario nocturno directamente al Ayuntamiento, con cartas y documentos audiovisuales que muestran el comportamiento de las personas en la calle o en los locales. Estos residentes han reclamado más policías en la zona los fines de semana, así como sanciones para quienes más molestias les causan. La alcaldesa, Inés Rey, anunció en octubre refuerzos policiales, con apoyo de efectivos del 091, para garantizar el descanso de los vecinos, pero las concentraciones, y las protestas, se han sucedido.

“Como en cualquier otra zona o local de la ciudad, el Gobierno municipal afrontará las inspecciones, sanciones o actuaciones previstas para garantizar la mejor convivencia ciudadana y el cumplimiento de las normas”, responde el Ejecutivo al grupo popular.