El presupuesto que manejará la Universidade da Coruña (UDC) en 2022, casi 148 millones de euros, el más alto de su historia, servirá entre otras cosas para dar respuesta a los retos relacionados con la digitalización y la transición ecológica en los que se vuelca la institución académica en los últimos años. Pero al mismo tiempo, el incremento de fondos deberá hacer frente a una exigencia económica con la que la UDC y otras entidades y administraciones se han encontrado inesperadamente desde este año: el alza de precios de las materias primas, lo que repercute de forma significativa en los gastos generales y en el funcionamiento del suministro de energía eléctrica, la limpieza, los combustibles, la seguridad, el mantenimiento, los cánones, los seguros, los tributos y otros conceptos, según destaca la Universidad en el anteproyecto del presupuesto, que será presentado este jueves en el Consello de Goberno.

Esta circunstancia, que también ha trastocado los planes de contratación de obra pública y la ejecución de proyectos urbanísticos y arquitectónicos y ocasionado demoras, ha motivado un incremento de casi el 16% en la partida de gastos comunes en las cuentas de la UDC, “el mayor en los últimos años”, destaca la institución. Este gasto, que representa más del 12% en el presupuesto, pasará en un año de 16,12 a 18,66 millones de euros.

“A pesar del control del gasto corriente, el incremento de los costes de las materias primas, el crecimiento generalizado del coste de la vida o nuevas necesidades derivadas del envejecimiento de los equipamientos o de la vida útil de los edificios son variables que están condicionando enormemente el mantenimiento o la reducción de estos gastos”, explica el anteproyecto presupuestario.

Este escenario económico al que se enfrenta la Universidad es distinto al que tuvo que analizar el año pasado para encarar el curso 2020-2021, cuando debido a la pandemia prorrogó las cuentas del ejercicio anterior. Ahora, tras el impacto inicial del COVID, la retirada progresiva de las restricciones desde el verano pasado y la aplicación de los planes de estímulo económico, la actividad en distintos ámbitos ha tomado impulso, lo que ha derivado en un incremento de la demanda de materias primas, especialmente de aquellas vinculadas al ciclo económico.

Estos factores son, por tanto, relevantes para diseñar presupuestos, de manera que la UDC ha dotado de mayor cuantía al capítulo de gastos corrientes para asumir 2022, año en el que la subida de precios alcanza a la fabricación, los suministros y el mantenimiento de servicios esenciales, y que repercute también en los honorarios de las empresas.

Los gastos corrientes son el tercer concepto con más peso en las cuentas de la UDC, por detrás de las inversiones reales y los gastos de personal, que absorben más del 70% del presupuesto. Para este apartado la institución prevé gastar en 2022 un 1,68% más, 103,84 millones, mientras que las inversiones crecen un 52% y llegarán a los 20 millones de euros.

Con esta partida, de la que la Universidad destaca que supone “el incremento más importante de los últimos años”, responde también a la manera de hacer frente a los desafíos planteados por la crisis del coronavirus, en este caso a través de la inversión estratégica en herramientas de I+D+i. “El objetivo de esta inversión es dar respuesta a los retos de la digitalización y de la transición ecológica mediante proyectos o acciones concretas”, apunta el anteproyecto del presupuesto.

Entre los planes previstos por la UDC están la ampliación del Centro de Investigación en Tecnologías de la Información y la Comunicación (Citic); proyectos de infraestructuras singulares de investigación, como la Ciudad de las TIC; acciones de I+D+i, como laboratorios de sensores o de talentos inclusivos; e infraestructuras de apoyo a la investigación, como el caso de la reforma de Batallones.

La Universidad destaca que además de estas inversiones se prevé desarrollar otros programas con los que mejorar la transformación digital de la institución y los equipamientos científico-tecnológicos. Parte de estas iniciativas forman parte de las líneas incluidas en los fondos de reconstrucción Next Generation, como la recalificación de recursos humanos, apunta también el anteproyecto.

Emalcsa y la UDC refuerzan el compromiso por la innovación en la gestión del ciclo del agua

La Empresa Municipal de Aguas de La Coruña (Emalcsa) y la Universidade da Coruña (UDC) refuerzan su colaboración al servicio de la gestión del ciclo del agua, proceso al que aplicarán criterios de excelencia en la calidad del agua e incidirán en la digitalización de procedimientos que permitan un mayor control del todo el ciclo. El compromiso lo manifiestan a través de la firma del convenio de la Cátedra Emalcsa-UDC para los próximos tres años, rubricado ayer por la presidenta de Emalcsa y alcaldesa, Inés Rey, y el rector de la UDC, Julio Abalde. “Organizar la investigación y la transferencia en el ámbito de los sistemas de agua urbana para desarrollar una estrategia de gestión sostenible y diferenciada”. Este es el objetivo del convenio, con el que la cátedra gestionará los proyectos de innovación de forma directa.