Pamela Rodríguez (Lima, 1983), empresaria, música nominada a dos premios Grammy Latinos y sobrina del Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa, tuvo a su segundo vástago con el coruñés Antón Pernas, hijo del diseñador del mismo nombre. La experiencia le llevó a reflexionar sobre las expectativas sociales acerca de la maternidad y su choque con la realidad. Cuenta su vivencia, novelizada, en el libro Desmadre, que presentará mañana a las 19.00 horas en el Fnac de la plaza de Lugo con el acompañamiento de la directora creativa de la marca Adolfo Domínguez, Tiziana Domínguez.

¿Qué le llevó a escribirlo?

Surgió de manera muy natural... [interrumpe un momento la entrevista para atender a una de sus hijas] ¡Esto es una demostración del Desmadre! (Ríe) Conocí a Ton Pernas por Tinder y fue un romance digital, excitante, erótico. Que, cuando se convirtió en “vamos a ser papá y mamá”, hizo que empezase a tener ciertas sensaciones físicas y emocionales, cuestionamientos... Y mi embarazo me tuvo en cama y me impidió trabajar, haciéndome cancelar conciertos. En ese momento dije, guau, cómo de loca es la narrativa que se construye alrededor de la maternidad. Se dice que estás en la dulce espera, esperando a tu bendición... Lo idealiza todo mucho, y mientras yo estaba sintiéndome fatal. Comencé a compartir esto por mis redes.

¿Qué reacción se encontró al romper el discurso convencional acerca de las expectativas de la maternidad?

Hay gente más conservadora, pero también una nueva mujer que busca un lugar en la sociedad actual, más libre con respecto a los formatos tradicionales. Encontré un eco muy grande entre mujeres, madres o no madres. Estamos en tiempos de cambio a toda velocidad en cuanto cómo se construye la familia y la maternidad.

¿Hay una obsesión por proyectar felicidad en las redes sociales, con una maternidad perfecta?

No solo en ellas, aunque lo llevan a un extremo. La maternidad siempre ha sido bien hipócrita. La narrativa de la madre se construyó a través del sacrificio, la entrega, y bajo el paraguas del amor se han colado cosas que no son positivas para una. Yo amo, adoro a mi familia, pero no voy a postergarme ni a dar todo por nadie, si no, como adulta y desde la responsabilidad, articular los intereses de todos. No le veo ningún mérito al sacrificio, de ningún tipo.

¿Se oculta la tristeza o la depresión posparto a los demás?

No solo a los demás. En mi primer embarazo me lo ocultaba a mí misma, que es aún peor. ¿Por qué estás obligada a estar feliz con la vivencia de ser madre, si no lo estás? Te sientes rara. Con todo lo que adoro a mis hijas, no sé lo que es el instinto maternal. O llegué tarde a la repartición, o hay un interés al decirnos que te aflora, para tenernos en casa.

Usted, teniendo un hijo de una relación anterior, se decidió a buscar el amor en Tinder. Pero ¿hay presión para que una madre no busque nuevas parejas?

Por supuesto. La madre se tiene que portar bien y estar como inmaculada desde el momento en el que se hace madre. Tú ya vives para los demás, y en esta entrega no hay espacio para las pasiones. Pero, en mi caso, bajo ningún concepto voy a dejar de vivirlas, ni me voy a permitir estar en una relación con una persona que no entienda que las parejas hoy se van moviendo mucho. La pareja que dura para siempre es obsoleto, nos manejamos tal vez en una monogamia serial a la que hay que incorporar a los hijos. Para mí es una bandera roja que alguien llame a mi hija una mochila. ¡Le apago el teléfono! (ríe) Se ha estigmatizado mucho a las mujeres que ejercen la maternidad solteras, cuando ahora somos totalmente independientes.

En lo relativo a las presiones sobre las mujeres, ¿ve una diferencia entre Perú y España?

Sí. Yo siento que el machismo en España es muy fuerte: pensé, al mudarme aquí, que iba a encontrar que la evolución estaba más avanzada. Pero sí voy a decir a favor de España que la situación está más avanzada que en Perú. Aquí hay una consciencia del machismo, de los dos mil años de cultura patriarcal, porque es innegable que es así como se ha manejado nuestra cultura. Pero, aunque se vaya a tardar mucho tiempo, se empieza a salir. Pero en Perú nada, es como, no sé, un siglo atrás. Aquí, tal vez yo sea una persona en una búsqueda del momento; en Perú simplemente soy una loca, una perdida (ríe).

¿En qué proyectos musicales está trabajando actualmente?

Soy la cantante de Los Pilotos, una banda que formaron dos miembros de Los Planetas, Florent y Vanim; estamos grabando un disco en enero, y estamos dispuestos a darle con todo. Son gente increíble, grandes amigos, muy talentosos, y vamos a sacar adelante este proyecto. La vamos a liar pero parda (ríe).