La sección sexta de la Audiencia Provincial de A Coruña ha condenado a cinco años de cárcel a un padre por abusar sexualmente, de forma continuada, de su hija cuando tenía 11 o 12 años. Además, le ha impuesto cinco años de libertad vigilada y la prohibición de aproximarse o comunicarse con la víctima por cualquier medio durante diez años, así como la inhabilitación para el ejercicio de la patria potestad hasta que la afectada, que tiene 17 años, sea mayor de edad. También lo ha inhabilitado para desempeñar cualquier profesión u oficio, sea o no retribuido, que conlleve contacto regular y directo con menores de edad durante un plazo de diez años.

Los magistrados destacan en la sentencia que la declaración de la menor es “coherente y verosímil” y que está “dotada de capacidad de convicción”, al tiempo que subrayan que su fiabilidad “no se encuentra lastrada por motivos espurios que puedan sembrar dudas sobre la misma”. Por ello, inciden en que “cumple los criterios técnicos sobre su credibilidad” y en que, además, está “acompañada por signos de daño psíquico” corroboradores de la existencia de los abusos.