Los órganos reproductores ya casi no se usan como tales. Predomina su uso lúdico y recreativo, y, desde hace tiempo gastronómico, pues en Madrid y luego otras localidades de España y el Cosmos surgieron tiendas de gofres, de nombre explícito más que sugerente, que ofrecen dulces con formas sacadas de ese tema de Biología que nos hacía darnos codazos en la escuela. Ahora ha abierto uno en el centro, que rima con Manda Caballo y ya tiene ávida clientela.