Los proyectos de ley de Residuos y Suelos Contaminados y del real decreto de Envases y Residuos de Envases restringen la posibilidad de que cada ayuntamiento adapte a sus circunstancias la recogida separada de las distintas fracciones de los residuos, aunque la derivan al cumplimiento de determinados preceptos de viabilidad técnicos, económicos y ambientales. Con ello, limitan la potencial captura de los residuos de envases a un sistema único de recogida y no permiten modelos alternativos. Con este planteamiento no están de acuerdo algunos ayuntamientos, entre ellos A Coruña, que defienden el reconocimiento de otros sistemas. Por esta razón suscribieron un manifiesto la semana pasada, previo a la próxima aprobación de la ley de Residuos, en el que demandan el reconocimiento de otros modelos “como una realidad válida y compatible con el sistema convencional regido por la recogida selectiva multimaterial de residuos de envases”.

A Coruña trabaja con el modelo húmedo-seco o residuo mínimo, que consiste en la separación de las fracciones orgánica, papel-cartón, vidrio e inorgánica en envases ligeros y el resto de materiales que no han sido seleccionados. Aunque la nueva ley recoge modalidades como la que se aplica en la ciudad, potencia la recogida selectiva con contenedor específico para envases ligeros, que no es la que se desarrolla en A Coruña, que apuesta por la recuperación en la planta de tratamiento de residuos.

“El manifiesto busca reivindicar el modelo de tratamiento de residuos húmedo-seco que tenemos en A Coruña. Aquí recuperamos los envases ligeros, pero en planta [Nostián], no en contenedor. Eso supone un ahorro en líneas de tratamiento, ocupación de suelo público, camiones y contenedores específicos, sin que vaya en detrimento del resultado. En lugar de separar en casas, se hace en la planta. Los porcentajes de recuperación son, de hecho, superiores a la media. De ahí que A Coruña firmara este manifiesto defendiendo su modelo”, explican fuentes municipales.

Otros seis ayuntamientos firman el texto, uno en Andalucía (Córdoba) y cinco en Cataluña (Torrelles de Llobregat, El Papiol, Molins de Rei, Corbera de Llobregat y Castellbisbal), además de las mancomunidades de Montejurra en Navarra y los concellos gallegos de Serra do Barbanza y el Consorcio As Mariñas. “La consecuencia de alterar este modelo [la recuperación en planta] hacia la convergencia a otro estándar restaría unas capacidades que hasta el momento se han revelado como muy positivas”, apunta el manifiesto, que resalta que en estos municipios se ha conseguido “un reducido impacto ambiental y costes contenidos”.

Los firmantes trasladan sus reivindicaciones para “garantizar la supervivencia del modelo húmedo-seco, residuo mínimo y sus variantes”. Su aplicación, aseguran, supone una “gestión eficiente de los residuos” y no una reducción de la calidad de la recogida de envases. Con el tratamiento en planta, apuntan, se recuperan 38 kilos de envases por habitante y año, de acuerdo con la última memoria del Ministerio de Transición Ecológica, frente a los nueve “con el modelo convencional de recogida en contenedor amarillo”. La planta de Nostián, según el Concello, recupera 35 kilos de envases ligeros por habitante y año, frente a los 13 de Sogama.