Eladio Santos, miembro del grupo Eladio y los Seres Queridos, se cambia todas las Navidades desde hace décadas a Elio dos Santos para dar un concierto con Tony Lomba (Germán Fandiño). Conocidos por sus canciones paródicas e irónicas, llevan unos ocho años sin venir a A Coruña, pero actúan hoy a las 21.45 horas en Mardi Gras.

Sacaron Pareja de Hecho hace ya 24 años. ¿Cómo conoció a Lomba?

En el 93, en un concurso de grupos. Lomba iba con Unión Penosa y yo con Foggy Mental Breakdown. Ellos quedaron de primeros, nosotros de segundos. En los camerinos surgió la idea de hacer algo juntos, y lo hicimos en la Navidad del 94. Siempre hemos estado muy unidos a la Navidad. Entonces éramos Los Tres Sudamaricones [con Rubén Suárez]. No esperábamos que fuese a ninguna parte, pero el concierto fue un éxito total y empezamos a hacer más y más. Estuvimos los tres un par de años, y luego ya fue Tony Lomba y Elio dos Santos.

Y siguen juntándose por Navidad.

En el 2000 y algo empecé a cantar y tocar en mis propios grupos y nos deshicimos, pero el concierto de Navidad sigue siendo una tradición. Me sirve para pasar un buen rato, encontrarnos, y desintoxicarse de lo demás. Pasar unos días, y punto. Al acabar digo “vale, ya me llegó” (ríe). Es bastante intenso, Tony Lomba.

En el escenario es muy histriónico, pero ¿cómo es en persona?

Su presencia es muy arrolladora, y es muy divertido. Su persona es bastante parecida al personaje (ríe). No tiene esa maldad, pero te ríes muchísimo. Si invitas a tu cumpleaños, se convierte en el cumpleaños de Toni Lomba. Y es muy creativo, hace casi todas las letras. Pero tienes que ponerle un orden a todo lo que hace.

¿Qué canción traen como novedad este año?

Tuve el coronavirus a finales de noviembre, cuando solemos hacerla, así que hacemos, por primera vez, una versión sin cambiar la letra: Bravo por la música. En el repertorio tenemos cuatro o cinco canciones que con letra más o menos fija, pero Lomba también improvisa.

Sacaron España, España, bandera, bandera, como parodia de la ultraderecha, y Vaya tío como parodia de Abel Caballero, pero mucha gente no las entendió como tales.

Con la primera, es increíble pero hay gente que no lo pilla, de un lado y de otro. Cuando íbamos a festivales en los que la gente no las conocía, hemos sido agredidos (ríe).

¿Abucheos, les tiraban cosas?

De todo, de todo. Y la de Abel Caballero ya fue tremendo. Fue cuando empezó el abelcaballerismo, la Navidad en Vigo y todo esto, y se creó una de esas cosas que llaman ahora burbuja mediática de extrema derecha. Los niños de un colegio le cantaron la canción al alcalde, y eso lo aprovecharon algunos medios para insinuar que Caballero nos había pagado. Convirtieron una canción irónica en que un alcalde comunista bolivariano pagaba a un grupo para que adoctrinara a los niños en los colegios (ríe).

¿Y la de España, España?

Cuando la descubrieron, el tema se convirtió en “el alcalde de Vigo paga a un cantautor que se ríe de las víctimas del terrorismo, comunista radical separatista”. Es acojonante. Ves miles de comentarios pidiendo Guantánamo, la horca, que nos maten. Me ayudó a ver cómo funciona ese tipo de prensa. Quedas alucionado con lo fácil que es calentarle a la gente la cabeza con trolas.

¿Cree que va a más ofenderse por este tipo de cosas?

Estamos en la adolescencia de las redes, y se le da bola a cosas que no la tienen. Y los que protestan son muchas veces menos e los que te piensas, pero se pone el foco sobre ellos. El mensaje de España, España, se convirtió en que lo último que deberíamos perder es el humor; lo reivindicamos, con la ironía, como forma de inteligencia. No podemos hacer letras utilizando un lenguaje de Pocoyó, y el arte no es literal. Pero tampoco es para tanto, son burbujas. Yo me he encontrado a gente que nos ha tirado cosas (ríe) y luego me dice “perdona, tío, es que no lo había pillado”. Cara a cara todo se desinfla. Le respondía “casi lo entiendo, eran las tres de la mañana y dijimos unas burradas tremendas.