Las actuaciones que suponen más espacio para los peatones y menos sitio para los coches suelen triunfar en los barrios. Pero no siempre esa es la solución para mantener viva una calle. O eso opinan muchos de los vecinos y comerciantes de la plaza del Comercio, en el Agra de Orzán, que rechazan la idea del Concello de peatonalizar la calle San Leopoldo. “Es una calle pequeña que tendrá más vida abierta”, señala un miembro de la asociación de vecinos de la plaza del Comercio, Valentín Cuñarro.

La noticia de que la calle sería peatonal de forma definitiva sentó a muchos como un jarro de agua fría. Esta zona se cerró al tráfico por la pandemia, por lo que creyeron que sería una medida provisional. “Preguntamos al Concello en varias ocasiones y nos dijeron que se cerraría por tres meses. Pero pasa el tiempo y la calle sigue cerrada y ahora nos dicen que la van a peatonalizar”, protesta.

El Gobierno local informó de esta peatonalización a principios de mes, en sus proyectos de favorecer al peatón y reducir el tráfico en la ciudad. Prevé que la calle pase a ser de plataforma única, en la que se plantarán once árboles y se realizarán dibujos en el pavimento para juegos infantiles. “Creemos que esto va a eliminar plazas de aparcamiento, cuando ya existe un problema de estacionamiento en el barrio porque no hay parkings”, añade el tesorero de la asociación de vecinos de la plaza del Comercio.

Los afectados por esta medida recuerdan que es la “entrada natural al barrio”, por eso no entienden el por qué de esta decisión. “No se nos ha explicado por qué la quieren peatonalizar”, insiste. En su comunicado, el Concello asegura que cuando se inició la experiencia piloto la Navidad pasada en la calle San Leopoldo, esta se consensuó “con ciudadanos y vecinos del barrio para favorecer la movilidad por el distrito”. De hecho, aseguran que han mantenido contacto con la asociación de vecinos del Agra do Orzán.

A Valentín Cuñarro le preocupa también que el cierre de la calle “provoque retenciones en la avenida de Finisterre, sobre todo en hora punta”. Este vecino opina, además, que si “es para dar más espacio a la hostelería, esto se puede hacer en las plazas de aparcamiento, como ocurre en otros barrios”. La recogida de firmas continúa estos días por el barrio, con la intención de presentarla en el Concello e intentar que dé marcha atrás en una peatonalización que incluye la recuperación de la escultura de José Castiñeiras, que estaba situada en la calle Barcelona y se retiró hace una década. También se elevará el cruce con Andrés Gaos para dar prioridad a la movilidad peatonal, así como a la seguridad y accesibilidad de la zona.