A Coruña tendrá Cabalgata de Reyes y San Silvestre. Lo dijo ayer la alcaldesa, Inés Rey, que cargó contra la Xunta por anunciar unas medidas “incoherentes e improvisadas” que afectan, directamente, al sector del ocio nocturno. No habrá fiestas de Nochevieja, pero los Reyes Magos sí se pasearán por las calles de la ciudad.

El conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña, recomendó a los concellos organizar “cabalgatas estáticas”, lo que considera “una buena forma de controlar las aglomeraciones”. El Gobierno local no opina lo mismo. “Eso no es una opción para A Coruña, que tiene 250.000 habitantes. El control sería complicadísimo”, comentó Rey, que aseguró que la Cabalgata sería en movimiento “para evitar aglomeraciones”. El único cambio que se realiza es que se cancela el paseo a pie que iban a hacer Melchor, Gaspar y Baltasar por Os Mallos. Se subirán directamente a sus carrozas para salir del mercado de A Sardiñeira y recorrer, a lo largo de tres kilómetros, A Coruña hasta llegar a la plaza de María Pita, donde habrá un control de aforo. “Pedimos responsabilidad y sentido común”, expuso la alcaldesa, que no entiende que la Xunta prohiba “los eventos masivos y fomente las cabalgatas estáticas”.

La Cabalgata tendrá menos figurantes de lo inicialmente anunciado, para que se pueda garantizar la distancia entre ellos en las carrozas y el desfile. Además, los participantes tendrán que presentar el certificado de vacunación o un test de antígenos realizado, como máximo, 24 horas antes. Igualmente, el Concello reforzará la vigilancia en todo el recorrido para que los usuarios cumplan con la obligación, impuesta por el Gobierno central, de tener la mascarilla puesta en exteriores. También se intentará que no se formen aglomeraciones.

Inés Rey insiste en que el Gobierno autonómico “tuvo tiempo para preparar el sistema sanitario para este momento” y exige que se refuerce la Atención Primaria y se abran más puntos para hacer test de COVID.

Al Concello le preocupa que el cierre del ocio nocturno a partir de esta noche provoque “fiestas privadas con falta de control”, un argumento que también defendieron algunos hosteleros. Comesaña fue claro sobre por qué ha sido este el momento elegido para actuar e intentar frenar la sexta ola del virus: “Ómicron llega en el peor momento posible debido a la gran interacción y por eso tenemos que tomar medidas”. La alcaldesa exigió a la Xunta que haya “más rastreadores, puntos COVID para hacer PCR y que se refuerce el sistema sanitario”. Denunció, además, que las nuevas restricciones golpean a sectores ya afectados, como el de la hostelería. “También al sector del taxi y las peluquerías”, señaló, y recordó que las “consecuencias económicas serán devastadoras”.

Las nuevas medidas van más allá del ocio nocturno. Los bares y restaurantes gallegos deberán cerrar a las 00.00 horas todos los días, a excepción de los viernes y los sábados, que podrán alargar su hora de cierre hasta la una. Además, a partir de ese momento será obligatorio mostrar el certificado COVID a cualquier hora del día para acceder a cualquier establecimiento de restauración. El día de Año Nuevo, sin embargo, los locales de hostelería no podrán abrir al público hasta pasadas las diez, con el fin de evitar afterparties. En cuanto a los aforos, el número de comensales por mesa se mantiene en ocho en interiores y baja de 15 a diez en exteriores, según los datos facilitados por el conselleiro de Sanidade.

También continúan los preparativos para celebrar la carrera popular San Silvestre Coruña, prevista para mañana a las 16.45 horas. Ya se han agotado los 4.000 dorsales disponibles para correr mañana. Para participar en esta tradicional carrera, los corredores, que tienen que llevar mascarilla puesta, deben presentar su certificación de vacunación o de haber superado la enfermedad en los últimos seis meses, o bien un test de antígenos o PCR con resultado negativo.

“Valoración populista”

El PP ha criticado la intervención de Inés Rey, a la que acusa de hacer una “valoración populista”. “Que la alcaldesa anime a fiestas de fin de año sin control no es propio de quien debe cuidar a los ciudadanos”, lamentan y apuntan que sus declaraciones son “desafortunadas”.

Discotecas rectifican y cancelan toda celebración

Discotecas de A Coruña informaron de la cancelación de la celebración de Fin de Año que algunas habían anunciado solo dos horas antes para la misma noche del miércoles. Las restricciones de la Xunta por el aumento de casos de COVID, que les obligan a cerrar a las tres de la madrugada a partir de esta noche, cambiaron los planes de empresas del ocio nocturno, que contaban los días para la noche de más facturación del año.

Ayer por la mañana, Pelícano o Moon57 anunciaron su apertura para celebrar la Nochevieja con adelanto. Decían que las entradas compradas para Fin de Año serían válidas para la noche de ayer. El anuncio duró solo unas horas. Pronto desapareció de redes sociales y los hosteleros lanzaron un comunicado para confirmar que las fiestas quedaban canceladas. “Los últimos informes que acabamos de recibir de la situación pandémica en la ciudad de A Coruña hacen que tomemos la decisión de permanecer cerrados”, informaron. El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, aclaró tras al Consello semanal de su gobierno que ese adelanto incumplía el “espíritu” del acuerdo alcanzado con los empresarios. “Si se adelanta la fiesta para hacerla un día antes, no van a tener derecho a indemnización. No podemos cobrar por no celebrar la fiesta el día 31 y hacerla el 29. Entendemos que eso no entra dentro de los acuerdos implícitos o explícitos a los que se llegó”, dijo.

Otros locales, como el Playa o Cine París, que también tenían preparadas fiestas de Fin de Año, ya habían avisado de su cierre y de la devolución del dinero.