Que la calle Real se encontrase repleta de gente cuando el reloj estaba a punto de marcar las siete de la tarde, no supuso un impedimento para que dos hombres y una mujer irrumpieran en una tienda y se llevasen 10.000 euros en joyas.
Al entrar en el local, uno de los asaltantes agredió a la dependienta que se encontraba trabajando, mientras sus dos compañeros sustraían los artículos expuestos en las vitrinas.
Los ladrones, alguno de ellos con el rostro tapado con gorra y mascarilla, huyeron de la céntrica calle coruñesa a pie.
La dependienta avisó a las autoridades policiales. Pocos minutos después, la Policía Científica se personó en el lugar de los hechos para intentar identificar a los ladrones.
