La cima del barrio de Monte Alto es un lugar muy poco accesible y desordenado. Se conoce como el monte da Vixía y en su entorno hay tres centros educativos, un polideportivo y una iglesia; en el centro, el depósito de agua en forma de torre. El anillo que rodea esta zona tiene por una parte viviendas de hace varias décadas y por otro lado, los bloques residenciales nuevos de la ronda de Monte Alto. El área municipal de Urbanismo proyecta en este ámbito una ordenación de espacios y la unificación de usos mediante la transformación del monte en un gran parque urbano.

La base de trabajo para el acondicionamiento del monte da Vixía es un proyecto básico y de ejecución realizado por la arquitecta Cristina García Fontán. El edil de Urbanismo, Juan Díaz Villoslada, lo presentó el mes pasado a los responsables de instituciones ubicadas en el entorno, como la parroquia de San Xosé, la escuela infantil Luis Seoane, el colegio Sanjurjo Carricarte o el Consorcio Galego de Benestar, a quienes avanzó que el Concello espera contar con fondos europeos para poder llevarlo a la práctica. El presupuesto estimado es de 1,04 millones de euros.

Recreación de un camino en una zona arbolada. | // LA OPINIÓN R. D. Rodríguez

El abandono es visible en el monte da Vixía, que no es un lugar de paso y carece de usos entre equipamientos públicos que sí los tienen. El plan municipal propone de entrada crear una gran área verde que permita conectar esas instalaciones, abrir vías de comunicación entre diferentes zonas del barrio de Monte Alto y establecer una relación más armónica del lugar con el paisaje circundante, con la Torre de Hércules y punta Herminia justo enfrente.

El proyecto plantea distintas estrategias. Una se centra en la zona de monte, la más elevada, donde apuesta por crear una masa arbolada de entidad que se extienda a las parcelas de los equipamientos, integrar el depósito de agua como elemento de referencia visual y recuperar la imagen de cumbre rocosa. En los bordes del ámbito, la propuesta se basa en la integración de las instalaciones públicas y la eliminación de los cierres de las mismas, como los que tienen la escuela infantil municipal, el CEIP Víctor López Seoane y el centro de día y la escuela infantil de la Xunta.

Maqueta de la transformación del monte da Vixía. | // LA OPINIÓN R. D. Rodríguez

Para permitir una mejor accesibilidad, se apuntan soluciones como una nueva escalera o una pasarela por la calle Vía Ártabra, una rampa desde la esquina del polideportivo, un corredor verde entre las calles Alcalde Sanjurjo y Colón y la limitación del acceso rodado a la iglesia de San Xosé y al CEIP Sanjurjo de Carricarte. Otras medidas que aporta el proyecto pasan por la introducción de pasarelas, estanques y zonas de juegos y la devolución al área de la función de mirador urbano, para lo que sería necesario elevar ligeramente y sobrepasar la cota de la cubierta de los edificios de la ronda de Monte Alto.