La Xunta tiene en sus manos el borrador de su cuarto plan de acción contra la contaminación acústica en la red autonómica de carreteras, ya volcado en el apartado de evaluación ambiental estratégica de la página web de la Consellería de Medio Ambiente. El primer plan contra el ruido del tráfico es de 2007, el segundo se dio a conocer en 2015 y el tercero se publicó a finales de 2020. Entre los datos correspondientes a los 85 viales de titularidad gallega con mayor intensidad de la circulación rodada del cuarto documento figuran once carreteras que discurren por A Coruña y su comarca, cuya población expuesta a ese ruido equivale a la mitad de la afectada en toda la provincia por este tipo de contaminación.

Según el texto elaborado por la Axencia Galega de Infraestruturas, 17.660 vecinos de la ciudad y el área metropolitana padecen un exceso de ruido soportado por estas once vías autonómicas, una cifra prácticamente igual a la que aparecía en el plan de acción de 2020. La tabla que recoge el dato señala que las viviendas afectadas en el mismo ámbito territorial superan las 8.800. En la provincia de A Coruña los vecinos perjudicados en los tramos viarios con más incidencia del ruido del tráfico son 36.260 y el total de inmuebles residenciales sensibles, 19.133.

El volumen de población expuesta a niveles de ruido que superan los índices recomendados, desde los 55 decibelios en adelante, es el mismo que hace algo más de un año, lo que invitaría a cuestionar si los planes de acción se llevan realmente a cabo más allá de la descripción de sus mapas de ruido y sus acciones promovidas con el fin de reducir los valores de contaminación acústica. Fuentes de Infraestruturas explican que el cuarto plan contra el ruido se ha diseñado como una “actualización del anterior”, del que se espera ver sus efectos en un período “un poco más amplio”. Lo habitual, explica la Consellería, es que los ciclos de planificación sean de cinco o seis años, aunque en este caso se produjo un retraso en la trasposición de la directiva europea a la norma estatal que obligó a demorar la realización del tercer plan y provocó que casi se solapase con la elaboración del cuarto.

Puntos de ruido en la red autonómica de carreteras de A Coruña LOC

El borrador del documento incluye estimaciones que se corresponden con 85 tramos de unidades de mapa estratégico, es decir, carreteras autonómicas en todo el territorio gallego, de las que 34 están en A Coruña; de esta cantidad, hay once vías en la ciudad y la comarca que constituyen puntos de ruido en los que durante los distintos rangos diarios (día, tarde, noche) se superan los 55, 65 y hasta 75 decibelios respectivamente.

Dos de los tres viales autonómicos con más población afectada por el exceso de ruido parten de la ciudad en uno de sus extremos: la carretera AC-552 desde la rotonda de Eduardo Diz en el polígono de Agrela hasta Carballo (11.050 vecinos y 5.620 viviendas en 31 kilómetros, según las estimaciones de la Xunta); y la AC-415 desde el cruce de la avenida Fisterra con la ronda de Outeiro hasta Meicende en el límite con el concello de Arteixo (1.420 vecinos, 720 viviendas en 2,42 kilómetros).

Entre una y otra carretera, la sobreexposición al ruido en el tramo de 0,68 kilómetros de la AC-211 a su paso por Cambre y Culleredo cruzando la ría en O Burgo tiene incidencia en 2.150 vecinos y en 920 viviendas.

La AC-552, en la que se llegan a sobrepasar los 75 decibelios de ruido en algún momento del día, es con diferencia la carretera de Galicia con más población afectada por la contaminación derivada del tráfico, repartido en los concellos de A Coruña, Arteixo, A Laracha y Carballo. Supera en más de 3.500 vecinos a la PO-308 entre Pontevedra y Sanxenxo y a la PO-551 entre Moaña y A Tioira.

El ruido del tráfico lo sufren no solo vecinos que viven al borde de las carreteras o muy cerca de ellas, también equipamientos públicos como colegios e instalaciones sanitarias. De los 140 centros de enseñanza y sanitarios afectados en Galicia, nueve están en la AC-552.

Los otros ocho puntos de la comarca coruñesa con exposición al ruido en las carreteras de la Xunta repiten en el nuevo borrador los niveles que reflejaba el documento de 2020. Los vecinos conviven generalmente con 55 y 65 decibelios derivados del tráfico y otros factores sin alcanzar los 75 decibelios, aunque la incidencia no llega a los 1.100 residentes ni a las 550 viviendas. Son tramos de la AC-174 en Oleiros, la AG-55 entre A Coruña y Carballo, la AC-164 en Bergondo y Paderne, la AC-840 en Oza-Cesuras, la AC-211 entre A Pasaxe y Fonteculler, la AC-551 en Arteixo, la AC-183 en Sada y la AC-523 entre Culleredo y A Laracha.

Prevención y corrección

Según su borrador, el nuevo plan de acción contra el ruido establece para los próximos cinco años actuaciones preventivas y correctivas. Entre las primeras se incluye la realización de un estudio de impacto acústico en todos aquellos proyectos de carretera cuya tramitación ambiental requiera de evaluación de impacto ambiental; y obras de modificación de una infraestructura preexistente que suponga al menos la duplicación de la máxima intensidad de vehículos que puedan pasar por un tramo de carretera. Entre las segundas, se proponen medidas para reducir la densidad del tráfico (sistemas de control y coordinación, diseño de circunvalaciones, bypass, uso de calles y carreteras que atraviesen zonas menos sensibles acústicamente) y rebajar la velocidad (limitaciones, sistemas disuasorios de radar), mejoras en los pavimentos con aplicación de otras superficies y aislamientos en fachadas, acciones que en este caso conciernen a los receptores de la contaminación acústica.