El derribo de las casas de San José, que empezó este lunes y continuaba ayer, borra un punto negro en el mapa de venta y consumo de drogas en A Coruña, pero no va a hacer desaparecer un tráfico de estupefacientes muy vinculado a otros tipos de delincuencia. “Lo que acaba en un sitio se va a trasladar a otro”, aseguran fuentes policiales consultadas por este diario. El 091, que tiene competencias en operaciones antidroga a través de la Unidad de Prevención y Reacción, y el 092 son conocedores de otros focos de trapicheo en distintas zonas de la ciudad, ninguno tan concentrado como el núcleo de infraviviendas de San José en lo alto de la avenida de Fisterra, la mayoría controlados e investigados. Otras fuentes policiales hacen una estimación, sin concretar, de “varias decenas”.

Los cuerpos de seguridad tendrán entre sus inmediatas tareas la de vigilar la movilidad de los consumidores habituales en las casas de San José, donde el lunes mismo había traficantes hasta poco antes del derribo de la primera construcción, para saber en qué nuevas zonas se asientan. Eliminado un punto fuerte de trapicheo y menudeo de sustancias, la actividad se desplazará a otro u otros lugares. “Lo de San José era muy evidente, llamaba la atención porque se veía a consumidores como zombis por la carretera. Hay más zonas donde no se trafica tanto o se actúa con más discreción”, señala otra fuente.

Sagrada Familia, Ronda de Nelle cerca de la avenida de Arteixo y de la avenida Fisterra, Camino de la Iglesia en Monelos, O Castrillón, Martinete, Os Mallos. En estas otras partes de la ciudad hay tráfico de drogas. En algunos lugares la actividad tiene lugar en casas unifamiliares abandonadas; en otros, en pisos de edificios residenciales; también en viviendas ocupadas de forma ilegal en las que, tras el allanamiento, se desarrolla el negocio delictivo. En Os Mallos han tenido gran repercusión social los llamados narcopisos, señalados por vecinos que desde hace meses denuncian inseguridad creciente en el barrio, con casos de violencia en las calles y ocupación, y demandan mayor intervención policial.

Camino de la Iglesia es otro punto delicado de venta de droga, situado además en las inmediaciones del instituto de Monelos. En el lugar ha habido más de una intervención policial y existe vigilancia frecuente. Las fuentes consultadas explican que según el avance de las investigaciones, que en muchas ocasiones se desarrollan entre más de una unidad policial, se procede a la desarticulación del punto de actividad delictiva. Cuando se producen detenciones, no es habitual que haya ingresos en prisión porque los detenidos llevan muy poca cantidad de droga encima y enseguida están en la calle para mantenerse en sus zonas de costumbre o movilizarse a otros focos de trapicheo, que generalmente están alejados del centro de la ciudad.

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Comienza el derribo de las casas de San José, punto de venta de drogas en A Coruña Carlos Pardellas

El desmantelamiento del poblado de Penamoa en la primera década de este siglo, al que el tráfico de estupefacientes se había desplazado desde Vioño, supuso que la actividad, parte de ella desarrollada por las mismas familias, cambiase de nuevo de ubicación y se consolidase en las casas de San José. El constante tráfico de consumidores en esta zona en busca de sustancias fue denunciado de forma recurrente por vecinos y trabajadores de A Silva y el polígono de Agrela, lo que llevó al Gobierno local anterior, de Marea Atlántica, a iniciar el proceso de expropiación de casi una decena de inmuebles ruinosos. La demolición de las infraviviendas estaba prevista para el pasado mes de junio, aunque el procedimiento judicial no concluyó hasta hace unos días.

Segunda jornada de demoliciones en San José

Las excavadoras volvieron ayer al núcleo de San José para proseguir con el derribo de las infraviviendas que en los últimos años han sido un punto habitual de venta y consumo de drogas. Los trabajos empezaron a primera hora del lunes, continuaron por la tarde y parte de la noche y siguieron ayer para convertir en escombros las últimas construcciones. Una vez despejada la zona, se ampliará el ancho de la carretera en ese tramo de la avenida de Fisterra (AC-415) para mejorar la circulación en la red viaria.