El arbusto Helichrysum petiolare tiene nombres engañosos. Algunos lo llaman planta de regaliz por el olor que desprende, aunque no es de la misma rama que la especie medicinal, y, como está verde durante las cuatro estaciones, otros la denominan siempreviva, confundiéndola con una familia floral diferente. Nativa de Sudáfrica, esta especie llegó a Galicia, según la Xunta, como planta ornamental, pero se aclimató con tanto éxito que, al asilvestrarse, forma matas que ahogan la vegetación autóctona. Ahora, según alerta el grupo naturalista Hábitat, está empezando también a colonizar el entorno de la Torre de Hércules. La asociación reclama eliminar los primeros brotes antes de que se expanda y asfixie a las especies nativas.

“La vegetación autóctona de la zona es de brezal seco europeo, con predominio de tojos y brezos” explica Andrés Pereira, responsable de actividades de la agrupación. Pero entre el verde oscuro y amarillo de estos empiezan a verse las matas pálidas de la Helichrysum. Por el momento “son pequeñas manchas: hay seis o siete en la ladera del monte de la Torre que da a punta Herminia, y otra aislada en la que mira al Aquarium”.

Por el momento, señala Pereira, la Helichrysum no tiene “un gran impacto” en en el entorno en comparación con la uña de gato, otra planta sudafricana invasora contra la que la asociación lleva años peleando en la zona de la Torre, que se convirtió en 2020 de manera provisional en Espacio natural de interés local (ENIL). Pero, advierte, “como toda planta invasora, va a ir creciendo”, ahogando con sus brotes, de crecimiento muy tupido, a los tojos y brezos del entorno.

Plantas de regaliz, con la Torre de fondo. | // CARLOS PARDELLAS CARLOS PARDELLAS

Desde el Ayuntamiento señalan que los expertos en Biología de la concejalía de Medio Ambiente están estudiando la presencia en la zona de Helichrysum, y que su informe “seguramente respalde la tesis” de Hábitat. Fuentes municipales resaltan que se eliminarán las matas si eso “presenta más beneficios que riesgos” y que la retirada se hará “con todo el cuidado necesario”. La zona, destaca el Concello, acoge una “extraordinaria muestra de diversidad” y se pretende consolidar el Enil.

Hábitat mantiene desde 2018 un convenio con el Ayuntamiento, que se renueva anualmente, para eliminar especies invasoras del entorno. La presencia de Helichrysum aparece reflejada en las memorias de actividades de años pasados, y, según afirma Pereira, si el convenio se consolida este año “vamos a sacar esta planta lo antes posible, ahora que el problema es abarcable”.

¿Y cómo eliminarla? La Xunta advierte de que las hojas de la planta sudafricana tienen una cubierta pilosa que puede inhibir la absorción de herbicidas, y que se puede reproducir vegetativamente (esto es, la planta vuelve a brotar a partir de pequeños fragmentos), lo que descarta desbrozar: las raíces se regenerarían. La opción recomendada por el Gobierno gallego es arrancar la planta y luego llevarse los tallos antes de que vuelvan a enraizar. Esta será la opción que adoptaría Hábitat, según explica Pereira, y la que ya se emplea contra la uña de gato en actividades de voluntariado en las que han participado “más de 600 personas”.

UN PROBLEMA GALLEGO

El Ayuntamiento no es la única administración preocupada por la planta en Galicia. En la comarca, el Gobierno local de Oleiros ya ha pedido a la Xunta que la elimine de la zona de Mera. Si bien el Catálogo Español de Especies Exóticas Invasoras no incluye al Helichrysum (aunque sí otra planta muy extendida en Galicia: la mimosa) esta especie aparece en el catálogo autonómico.

Según la Consellería de Medio Ambiente, la Helichrysum es una planta “problemática”, pues en las zonas en las que se naturaliza se convierte en la especie dominante y “su expansión es impredecible”. La zona más afectada de la comunidad, por el momento, es la ría de Ferrol, en la que ocupó amplios espacios después de que los incendios eliminasen la vegetación de litoral anterior. Una pariente, la Helichrysum foetidum, ha colonizado “gran parte de la geografía gallega”.