La Audiencia Provincial juzgará la próxima semana al antiguo subdirector de una sucursal bancaria de A Coruña al que se acusa de los delitos de falsificación de tarjetas de crédito y de estafa continuada y agravada con la que se hizo con la cantidad de 123.000 euros, hechos por los que se le solicita una condena de siete años de prisión.

La Fiscalía considera probado que el acusado, que ocupó el cargo directivo en la entidad financiera desde 2003, cometió estos delitos al menos desde 2009 y hasta marzo de 2012, periodo durante el que emitió 28 tarjetas de crédito a varios clientes del banco, algunos de ellos familiares suyos, sin su conocimiento ni consentimiento.

El informe fiscal detalla que el empleado hacía figurar como domicilio de las tarjetas la oficina bancaria y que las vinculaba con cuentas en las que él era el titular o la persona autorizada para operar con ellas. Esta actividad la desarrollaba desde el ordenador de su puesto de trabajo, en el que activaba las tarjetas al simular ser su titular, lo que le permitía disponer de los fondos.

El dinero obtenido mediante este sistema lo dedicaba a su propio beneficio, pero también a amortizar los gastos efectuados con tarjetas expedidas anteriormente, ya que emitía nuevas tarjetas cuando necesitaba más fondos.

El retraso en la apertura del juicio oral es atribuido por la Fiscalía al propio acusado, ya que abandonó el banco de forma voluntaria en 2012 y hubo que esperar a agosto de 2013 para que se dictara una orden judicial que permitiese averiguar dónde se encontraba.

En octubre de 2015 fue identificado en un control policial, pero proporcionó a los agentes un domicilio en el que no pudo ser localizado, por lo que en abril de 2016 un juzgado coruñés ordenó finalmente su detención para que prestase declaración, aunque no se produjo hasta junio de 2019.