Los mariscadores de la ría de O Burgo decidieron ayer por unanimidad no iniciar los trabajos de retirada del berberecho y la almeja de los bancos del estuario que requiere el dragado hasta que tengan firmado un acuerdo sobre las compensaciones que recibirán durante los 26 meses que durarán las obras de regeneración de la ría. Lo han decidido así para intentar forzar a la Consellería do Mar y al Ministerio para la Transición Ecológica a que lleguen a un acuerdo para el pago de las ayudas que recibirán por no poder faenar en el estuario.

La Cofradía de Pescadores había convocado para mañana a la conselleira do Mar, Rosa Quintana, y al secretario de Estado de Medio Ambiente, Hugo Morán, a una reunión para zanjar este tema, aunque la cita tendrá que esperar ya que Morán alegó que, si bien no podría asistir esta semana sí podría hacerlo para la siguiente, siempre y cuando las otras partes estuviesen de acuerdo. La Cofradía de Pescadores estaba ayer pendiente de la respuesta de la Consellería do Mar.

“Nosotros queremos hacer el trabajo, no queremos paralizar el dragado, pero no podemos hacerlo sin haber solucionado antes el tema de las compensaciones”, comentaba ayer el portavoz de los mariscadores a pie de la ría de O Burgo, Manuel Baldomir, que recordaba que la ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, había adelantado en la presentación de las obras de dragado, que el Estado contaba con dinero para hacer frente a estas compensaciones, pero que precisaba de la cooperación de la Xunta para gestionarlas, ya que las competencias del marisqueo están transferidas a la comunidad autónoma. Quintana, ya entonces, aseguró que se ponía a disposición del ministerio para poder buscar una solución y que los 78 mariscadores afectados por el dragado de la ría pudiesen ser compensados por los 26 meses que durarán las obras.

“Estamos a expensas de que esa voluntad se plasme en un documento oficial”, decía ayer Baldomir.

Los mariscadores, por ahora, no han recibido la orden de paralizar sus planes de explotación en el estuario, que es el compromiso al que llegó la consellería con el ministerio para que la concesionaria de las obras, la unión temporal de empresas liderada por Acciona, pudiese recibir los terrenos libres de cargas y, de ese modo, iniciar las obras.

El proyecto de regeneración de la ría de O Burgo plantea la retirada de la cría de los bancos marisqueros en dos tandas, la primera de ellas, en el primer mes de las obras, en la zona de O Caínzo y As Maruxas Grande.