Un torno de cerámica y la canción Unchained Melody bastan para hacer un viaje al pasado, para recordar una película mítica como Ghost. Muchas personas recordarán en qué cine vieron su estreno en 1990 o cuántas veces observaron desde el sofá la historia de amor entre Sam y Molly. Ahora, sobre el escenario, uno es David Bustamante o Ricky Merino y la otra Cristina Llorente. El musical, que ofrece sus últimas funciones en Madrid, arranca su gira en A Coruña, del 25 al 27 de febrero, donde se instalará en el Palacio de la Ópera. Las entradas, con precios que van de los 45 a los 61 euros, ya están a la venta en la web de Ataquilla.

“Es de lo más bonito que hice en mi carrera. Cuando me llegó la propuesta de Ghost no pude decir que no. Me lo estoy pasando increíble”, confiesa Bustamente en un encuentro con los medios de comunicación en Madrid. Es su primera vez en un musical. Interpreta a Sam, pero comparte el papel con Ricky Merino, también salido de la academia de Operación Triunfo. “Cada uno tiene su personalidad y, aunque el personaje sea el mismo, ofrecemos cosas diferentes”, expone Merino, que cree que esta fórmula de cambiar de actor “funciona”. “Parece otra función”, cuenta.

Cristina Llorente es Molly. Al verla es imposible no pensar en aquella joven Demi Moore. “Estuvimos 18 meses de parón por la pandemia y eso nos da una motivación extra”, reconoce la actriz, que la pasada Navidad, coincidiendo con la sexta ola, volvió a ver la película. “Me fije en detalles y cosas diferentes. Pero creo que el musical supera a la película”, sentencia.

Ela Ruiz y Bustamante, ayer, en Gran Vía. LOC

“El ambiente del equipo es increíble. Somos un familia”, coinciden. Para todos, por una cosa u otra, Ghost es especial. Pero ahora les une este musical que pasará también por Vigo, Sevilla, Zaragoza o Murcia, en donde, quizá, también acaben odiando al malo malísimo: Carl, interpretado por Christian Sánchez. “Hay gente que me ve en la calle y me dice ‘qué guapo eres, pero qué malo”, señala el actor, al que el confinamiento le ha ayudado a alcanzar una “madurez profesional” que le permite ir al teatro con más ganas que nunca. Sánchez, sin embargo, no se atreve a ver la película. De momento, porque ya ha prometido reunirse con Cristina Llorente y Ela Ruiz —Oda Mae Brown— para ponerla en la televisión, con palomitas en mano.

Pero ¿qué tiene el teatro que no tiene la pantalla? “La gente viene a ver una historia que ya conoce y se encuentra comedia, drama y magia”, revela el actor. También hay comedia, a cargo de Ela Ruiz, que hace el mismo personaje que Woopi Goldberg en el filme. “La gente se ríe mucho, aunque para mí todo el show es un drama”, comenta, a la vez que destaca la dificultad del “nivel técnico” del musical.

Entre todos consiguen que los buenos sean más buenos, que los malos sean peores, y que de la emoción se pase a la risa y también a la sorpresa. Siempre con la música como protagonista. “Las canciones son preciosas y el componente mágico hace que el musical sea único”, concluye Cristina Llorente.

Las pesadillas de Ricky Merino y los perros de Bustamante que se llamaban ‘Molly’ y ‘Ghost’

Ricky Merino y David Bustamante son Sam en el musical de Ghost. No han compartido escenario, pero sí consejos. Ahora tienen ganas de salir juntos de gira para empaparse el uno del otro. La parte gastronómica, comentan entre risas, es un plus. Su próxima parada es A Coruña. “Estamos deseando comer pulpo y pimientos de padrón y beber Albariño”, dice Bustamante. Desde su gira con Operación Triunfo, Merino no había ido a otros recintos de España con un equipo tan grande. Eso multiplica sus ganas. A sus espaldas, más de 60 funciones haciendo de Sam. “Al principio soñaba con Ghost y hasta soñé una vez que no llegaba a escena”, recuerda con pavor. Antes del musical, Bustamante ya tenía Ghost en su lista de películas inolvidables. “Para mis padres es muy importante. La banda sonora del vídeo de mi comunión es de las canciones de Ghost y tuve dos perros que se llaman Molly y Ghost”, cuenta el artista, al que le gusta “mucho la música romántica”. Bromea, además, que podrían hacer una versión en gallego del musical.