La concejal de Medio Ambiente, Esther Fontán, admitió en el pleno que la tramitación del nuevo contrato para gestionar la planta de residuos de Nostián podría sufrir “un nuevo revés” si el Estado implanta en sus proyectos de ley de Residuos un nuevo sistema que restringe la posibilidad de que cada ayuntamiento adapte a sus circunstancias la recogida separada de las distintas fracciones de los residuos. El Concello defiende la aplicación de su sistema, húmedo-seco, y por ello se ha sumado a otros seis, al Consorcio As Mariñas y a dos mancomunidades en un manifiesto que reivindica esta modalidad frente a la recogida en contenedor. Fontán recordó esta adhesión, pero a la respuesta a una pregunta del BNG no precisó cuándo se licitará el contrato, al desconocer todavía que hará el Estado.

El Bloque también preguntó por el futuro de la antigua cárcel y el portavoz municipal, José Manuel Lage, evitó hablar de su recuperación, dijo que la solución “no es fácil” y que las “salidas” en perspectiva buscan la menor gravedad posible para el Concello.