Cristina Toba es la primera mujer que dirigirá el festival Noroeste Estrella Galicia. El Concello lo anunció hace solo unos días y a ella todavía le cuesta creer este nuevo rumbo que ha tomado su vida. En octubre de 2020 tuvo que cerrar su sala de conciertos, el Bâbâ Bar, por culpa de la pandemia. Poco más de un año después, una nueva oportunidad aparece en su camino. Seguirá ligada a la música, pero como directora artística del festival coruñés que se celebra en agosto.

¿Cómo fue recibir esa llamada para ofrecerle dirigir el festival Noroeste Estrella Galicia?

Una bomba. Una explosión de un montón de cosas. Estoy muy ilusionada. Era algo que no me esperaba para nada. Estaba totalmente fuera del circuito. Cerré hace dos años y los proyectos que me salieron se vinieron abajo. El sector musical es de los que se ha recuperado más tarde. Incluso aún veo cancelaciones y hubo cierres en Navidad. Para mí era algo totalmente inesperado. Estoy encantada con esta posibilidad.

¿Cuál es su primer recuerdo en el sector de la música?

Empecé en el sector de la música con el comienzo del BâBâ Bar. Antes, viví 20 años en París y me dedicaba al sector artístico, al arte plástico. Todo fue un pequeño proyecto que empezó en el Bâbâ. Se forjó poco a poco y con mucho esfuerzo. Al final se había conseguido algo bonito y especial, pero tuvo que terminar de una manera drástica y dramática.

En su sala programaba más de 200 conciertos al año.

Sí. El Bâbâ era una pequeña casa para los artistas. Como todas las salas, que tenemos salas estupendas en A Coruña, era un trampolín para muchos artistas. Era como una puerta hacia otras cosas. Un artista conocido a nivel internacional nace en estos pequeños sitios, en salas, porque no todo el mundo tiene acceso a una gran producción sin ser conocido. Las cosas empiezan desde abajo. Vas cogiendo tablas y seguridad. Las salas son espacios culturales muy importantes.

¿Qué ha aprendido de su trabajo como programadora que le puede servir para el Noroeste?

Yo haré parte de la selección, pero todo será consensuado. La experiencia me ha servido para ir haciendo oído poco a poco. Las cosas con trabajo se hacen así, poco a poco. No tengo experiencia para hacer un gran festival pero puedo ayudar, puedo aportar otras cosas nuevas. Va a estar muy bien. Además, me han comunicado que este año va a ser el año internacional de María Casares, y como yo viví en Francia, también podré colaborar bastante.

¿Cómo va a ser el Noroeste?

No sé cómo lo van a plantear. Mi nombramiento todavía es muy reciente. No sé exactamente mucho. Tendremos que sentarnos a hablar a ver hacia dónde lo queremos llevar. Hay que empezar ya. Todavía hay restricciones y hay que estar pendientes de la evolución de la pandemia. Estos dos últimos años se programó un festival completamente diferente, con restricciones. Pensamos que este año la situación va a ser mejor y podemos plantearnos hacerlo en la playa. Será otra cosa diferente porque no es lo mismo hacerlo en pequeño formato que ir con todo, completamente liberados de ese peso de las restricciones. Crucemos los dedos para poder tener este verano un festival Noroeste como antes de la pandemia.

El público también tiene ganas. ¿Lo nota?

Claro. La gente tiene muchas ganas de conciertos. Durante la pandemia, se ha visto que se puede sobrevivir gracias a la música o a un buen libro. La cultura es muy importante. Creo que la gente tiene más ganas que nunca.

¿Qué recuerdo guarda del Noroeste Estrella Galicia?

Como viví 20 años fuera, en Francia, cuando me marché de A Coruña todavía no había Noroeste. Pero sí recuerdo venir en verano y estar en la playa en los conciertos. Esa emoción, la vibración, la gente. Este festival, a través de los años, ha ido cogiendo solera hasta convertirse en uno de los más importantes de España. Es una maravilla. Tiene que continuar así y seguir con un listón alto para hacerse un hueco en Europa. Es un festival de muchísimo nivel.