La pandemia también golpeó a BiciCoruña. Con el confinamiento, la desescalada y las restricciones de movilidad de 2020, los usuarios del servicio municipal de bicicletas cayeron un 20%, pasando de los 3.326 abonados de 2019, antes del virus, a los 2.657 del año siguiente. El boom por dejar en casa los coches y adoptar hábitos de vida saludable hizo que muchos optasen por unirse a BiciCoruña, ya que también las tiendas de bicicletas se quedaron sin stock en los últimos meses. Así, el servicio cerró 2021 con 3.052 usuarios, una subida del 14%. El mejor año desde su puesta en marcha, en 2009, fue 2018, con 3.337 usuarios

BiciCoruña cuenta con estaciones en casi todos los barrios de la ciudad —prevé ampliar la red— y el servicio está disponible de 07.30 a 22.30 horas. Fuentes municipales señalan que, en la actualidad, continúa esa tendencia de “recuperación de usuarios”, aunque “se percibe el impacto de la pandemia” . El año pasado, 2.120 personas renovaron su tarjeta mientras que 932 usuarios son nuevas altas. La mayoría utiliza la tarjeta Millennium —30 euros al año—, con la que también se puede pagar el billete del autobús, para coger las bicicletas. Un total de 860 personas se hicieron esta tarjeta para poder utilizar la bicis. Las otras 72 nuevas altas se hicieron a través del servicio directo de BiciCoruña, que cuesta 10 euros al mes.

También han aumentado los usos de las bicicleta, aunque todavía no se han alcanzado datos de prepandemia. El año pasado, el servicio de BiciCoruña, que gestiona la Empresa Municipal Vivienda Servicios y Actividades (Emvsa), registró un total de 172.319 usos. La subida de un año a otro ha sido casi del 22%, pues en 2020 hubo 141.454 usos, teniendo en cuenta que entre marzo y mayo hubo confinamiento y se suspendió el servicio, ya que no se podía salir de los domicilios.

Dos cifras que todavía están lejos de los 206.946 usos del 2019. Una cifra casi de récord. Con la instalación de nuevas estaciones en varios puntos de la ciudad y la incorporación de bicicletas eléctricas, el Concello espera alcanzar de nuevo esas cifras.

También se ha ampliado el carril bici de la ciudad, lo que podría atraer ciclistas. El Concello está haciendo el tramo para bicicletas en la avenida de Arteixo y reformó el de Ramón y Cajal mientras que la Xunta construyó el de Agrela. También se mejoró el espacio para bicis en el paseo marítimo, que en algunos tramos se trasladó de la acera a la calzada, con señalización.

Además, en julio de 2020, el Concello creó la aplicación móvil de BiciCoruña, con la que los usuarios pueden retirar la bicicleta sin tener que usar la tarjeta física y así evitar el contacto con los lectores de las estaciones. La aplicación permite conocer en todo momento la estación más próxima y, a través de un código de colores, saber su estado de ocupación, lo que permite al usuario planear mejor sus traslados. El tiempo máximo permitido de utilización continua de las bicicletas es de dos horas, según las normas de Emvsa.

Las bicicletas eléctricas, disponibles “próximamente”

El Concello asegura que la mayor parte del material para ampliar el servicio de BiciCoruña “ya está en A Coruña”, por lo que se procederá a la instalación “próximamente”. Se trata de las bicicletas (entre ellas vehículos eléctricos), puestos de anclaje y hardware y software para la gestión del servicio. Unas mejoras que ya tendrían que estar a disposición de los usuarios, pero hubo retrasos por la crisis de suministros. BiciCoruña pasará a tener 55 estaciones —empezó con diez— y 514 nuevas bicicletas. La novedad son las bicis eléctricas, que serán muy parecidas a las no eléctricas, las dos de color azul, solo diferenciadas por el color del vinilo que adorna las ruedas traseras y por la instalación de un medidor del estado de la batería instalado en el volante de los vehículos eléctricos. El contrato para el suministro de materiales, financiado al 80% con los fondos europeos Feder, tiene un coste de 1,8 millones de euros. El servicio que gestiona Emvsa también se renovará e incluirá mejoras, como un sistema que permite conocer la ubicación de los vehículos para saber si las bicis están en la estación o en movimiento y, al mismo tiempo, para controlar posibles intentos de robo o de vandalismo. También se implantará un sistema por el que una luz indicará en las estaciones si las bicis están reservadas. El Concello mostró a los usuarios las nuevas bicicletas eléctricas en la Semana de la Movilidad celebrada el pasado septiembre, pero, de momento, estos vehículos no se ven circulando por las calles.