La investigación del crimen de la calle Lirios, en el Barrio de las Flores, —ocurrido a finales del pasado mes de septiembre— concluye que el principal sospechoso volvió a la casa en la que se hallaba la víctima después de haber acabado con su vida con la intención de modificar el escenario y confundir a los agentes que debían investigar el caso para desviar la atención sobre él y que pensasen que se había producido un robo y no un ajuste de cuentas que es, según fuentes cercanas a la instrucción, el móvil del crimen.

Fuentes consultadas por este diario indican que la víctima, Francisco Javier L.F., de unos 50 años, fue apuñalada hasta veinte veces y que el móvil del ataque fue un ajuste de cuentas, seguramente por un tema de drogas, ya que, según la investigación, tanto la víctima como el principal sospechoso, que se encuentra en prisión desde noviembre del año pasado, consumían y menudeaban con estupefacientes.

El detenido por estos hechos es un hombre, vecino de Oleiros, nacido en 1963 e identificado mediante las iniciales M.A.P., que se encuentra en prisión desde entonces. Los agentes del Cuerpo Nacional de Policía necesitaron 22 días de investigación para poder dar con el principal sospechoso de los hechos.

Cuando los primeros policías llegaron a la casa el pasado 30 de septiembre, se encontraron el cuerpo sin vida de la víctima rodeado de un gran charco de sangre y con un cuchillo al lado. Había también una silla tirada, con el asiento roto, como único indicio de que se había cometido un acto violento, mientras que sobre una mesa estaba el teléfono móvil del fallecido. El cuerpo lo encontró el propietario de la vivienda que la víctima había alquilado en la calle Lirios.

Los vecinos le avisaron de que llevaban varios días sin ver a Francisco Javier y de que tampoco había movido ni su moto ni su coche, pese a que se desplazaba a diario en estos vehículos, y de que además no había recogido la ropa que tenía colgada en el tendal, por lo que pensaron que le podría haber ocurrido algo. El hombre había fallecido ya unos días antes, según se pudo constatar.

Las pesquisas policiales acabaron con la detención de un vecino de Oleiros casi un mes después. Fuentes consultadas por este diario acreditan que ambos hombres se conocían, que consumían y menudeaban con drogas y que las desavenencias surgidas con el desarrollo de esa actividad delictiva fueron el móvil del crimen.

El sospechoso acudió a casa de la víctima, que seguramente le dejó entrar voluntariamente puesto que ambos se conocían, y una vez en el interior de la vivienda, según la investigación que derivó en la detención de M.A.P., este asestó hasta veinte puñaladas por todo el cuerpo a la víctima, y después se marchó del lugar.

Fuentes cercanas a la investigación apuntan a que el sospechoso, después, volvió al escenario del crimen para mover algunas cosas de sitio y para hacer ver a los policías, cuando llegasen, que el móvil del crimen había sido un robo en vivienda habitada.