Los ataques contra el servicio de recogida de basura continúan por tercer día consecutivo. Coches de la Policía Local escoltaron a algunos camiones durante su recorrido en la pasada madrugada, pero eso no evitó que se produjesen nuevos ataques. Un vehículo ardió “con intensidad” en Feáns, en la intersección del Camino da Agra con la calle Correlo, según informaron los Bomberos, que desplazaron una bomba urbana pesada y un vehículo nodriza para sofocar el fuego. Emplearon 4.500 litros de agua y 50 de espumógeno para apagar el camión en llamas. Además, muchos contenedores amanecieron llenos de residuos, basura que se ha esparcido también por las aceras. Operarios del servicio de recogida trabajaron ayer por la mañana para tratar de normalizar la situación y avanzar en la retirada de los desperdicios, al tiempo que los trabajadores de la adjudicataria piden más protección.
Hace tres días que empezaron los ataques. Primero fueron ruedas pinchadas y cristales rotos, lo que hizo que al menos 23 camiones detuviesen su ruta. Al día siguiente, apareció basura en las calles y contenedores ardiendo. El Concello obligó a paralizar el servicio en la madrugada del miércoles al jueves para proteger a los trabajadores. Ayer, los camiones salieron escoltados por la Policía Local, pero siguieron los problemas. Policía Nacional y Local, según informó la delegada del Gobierno en A Coruña, María Rivas, trabajan “conjuntamente” en la investigación del caso.
La empresa, PreZero, que absorbió a la anterior sociedad que desempeñaba el servicio, Cespa, incluyó los nuevos hechos en la denuncia que ha presentado ante la Policía Nacional e insistió en que está tomando “todas las medidas a su alcance” para que se encuentre a los culpables y se les castigue.
Pero por el momento no hay detenidos, y ni siquiera acusados. PreZero afirma que los problemas tienen un origen “totalmente ajeno” a la empresa, y los trabajadores insisten en que ellos no están detrás de este sabotaje y desconocen de dónde procede. De hecho, el portavoz del Sindicato de Trabajadores de la Limpieza (STL), Luis Varela, exige “más presencia policial” durante el servicio. “Estoy preocupado por los trabajadores”, reconoce.
STL afirma que están en “negociaciones” con la empresa para introducir cambios en el convenio colectivo, y protesta porque considera que esta “ya debería de haber implantado los nuevos vehículos para desarrollar la actividad”.
Pero la concesionaria niega estas conversaciones. Asegura que hay un “convenio suscrito con los agentes sociales en 2021” que tendrá validez durante los próximos años, y defiende que ha habido un “absoluto cumplimiento” por parte de la empresa. “No existe actualmente, por lo tanto, ninguna negociación económica en curso con los representantes sindicales” asevera la compañía.
Rey exige cumplir el contrato
La alcaldesa, Inés Rey, aseguró ayer que exigirá a la empresa concesionaria de la recogida de basura “que garantice” el servicio. “No puede estar la basura en la calle”, dijo la regidora antes de añadir que reclamará a PreZero “que cumpla el contrato” y garantice la recogida de los residuos urbanos: “Ese servicio debe estar garantizado. Si tienen conflicto, que lo arreglen, pero los coruñeses que pagan con los impuestos estos servicios no van a ser las víctimas”.
El PP critica la “pasividad” del Gobierno local. “Cada día nos encontramos con incidentes peores que el anterior: primero pinchazos, luego quema de contenedores y ahora la de un camión. Estamos hablando ya de riesgo para las personas, en este caso los trabajadores que van a diario en esos vehículos. Inés Rey no puede seguir mirando para otro lado”, expuso la portavoz del PP, Rosa Gallego, que critica que no haya explicaciones por parte del Concello.
El portavoz do BNG, Francisco Jorquera, condenó los sabotajes que sufre el servicio de recogida de basura desde hace tres días y pidió “que se esclarezca la autoría de los hechos”. “Lo deseable es que estos actos vandálicos no tengan nada que ver con la negociación en curso del convenio. Las demandas laborales, por supuesto, son legítimas, y los canales para expresarlas son otros”, afirmó. Marea “no va a hacer uso político de este conflicto”, indicó.
