La empresa PreZero, la concesionaria del servicio de recogida de basuras de A Coruña, denunció ayer ante la Policía Nacional a varios representantes de los empleados, entre ellos el presidente de la agrupación Sindicato de los Trabajadores de la Limpieza (STL), al considerar que están detrás de la campaña de sabotajes que está interrumpiendo el servicio y provocando las imágenes de contenedores a rebosar en diversos puntos. Los bomberos apagaron en la madrugada de ayer el incendio de un camión de recogida de basura en el Paseo Marítimo, el segundo que ha ardido en dos días.

El presidente del comité de empresa y miembro de STL, Luis Varela, que no ha sido denunciado, repitió ayer que los trabajadores “repudiamos todos los actos vandálicos y violentos que están teniendo lugar” y pidió un “pronto cese de las hostilidades” que, considera, están poniendo en peligro a los empleados.

El vehículo saboteado ayer quedó totalmente calcinado a la altura del Ánxel Casal, si bien no se produjeron heridos. Otros cinco camiones aparecieron averiados durante la noche, según fuentes municipales, pese a que “todos los vehículos” que operaban “salieron con escolta policial” del 092. Fuentes próximas a las pesquisas señalan que la Policía ha identificado a varias personas por los actos de ayer, si bien este diario no ha podido confirmar si son las mismas que ha denunciado la empresa.

En la noche del jueves al viernes ya había ardido parcialmente otro vehículo en Feáns, y en los días aparecieron 23 vehículos con ruedas pinchadas y cristales rotos y varios contenedores quemados, actos que llevaron a interrupciones en el servicio.

De acuerdo con PreZero, a los ataques se une una conducta de “brazos caídos” por parte de algunos empleados y se ha empezado a sancionar por “bajo rendimiento” a los que no están rindiendo. En un comunicado, PreZero afirma también que “no va a tolerar” coacciones contra los trabajadores que están trabajando.

La empresa contratará a un servicio de seguridad privada para proteger a los empleados, los vehículos y las instalaciones, e incorporará maquinaria de refuerzo y personal adicional para asegurar la recogida.

La alcaldesa, Inés Rey, aseguró ayer que el Concello está tomando “todas las medidas que están en nuestras manos” para garantizar el servicio y perseguir a los responsables de los ataques. “Nada justifica que se quemen camiones”, señaló la regidora, poniendo “en riesgo la integridad física y la seguridad de los trabajadores”. Marea señaló que la situación es “grave”, y, pese a rechazar “instrumentalizar” el conflicto, reclamó soluciones al Gobierno local.

Años de conflictos laborales

La denuncia supone un punto de inflexión en una serie de conflictos laborales que se han prolongado durante años, en los que los trabajadores han protestado de manera recurrente por el estado del material. En 2018 falleció en un accidente el conductor de uno de los vehículos, pero la Audiencia Provincial atribuyó el motivo a que iba a más velocidad de la permitida.

En enero del año siguiente, los trabajadores de la concesión, que aquel entonces llevaba Cespa, empezaron una huelga como protesta a las averías, con nuevas protestas en mayo del año pasado. Varela acusó ayer a la empresa de no habilitar “protección eficaz frente a los riesgos laborales”, emplear vehículos antiguos, realizar discriminaciones por contrato y sexo y vulnerar los derechos de los trabajadores. La empresa señala que los vehículos pasan la ITV y todas las revisiones correspondientes, y que en las próximas semanas llegará material nuevo.

PreZero insistió ayer en que es “ajena” a las negociaciones de los trabajadores del servicio de limpieza diaria, ligándolos indirectamente a los sabotajes. Varela considera esto una “mera excusa de la patronal” para responsabilizar a los trabajadores. Tanto la empresa como el sindicato niegan que haya un conflicto salarial en marcha en la propia empresa.