El prestigoso abogado penalista Víctor Espinosa García falleció ayer a los 82 años y será enterrado a las cinco de esta tarde en el cementerio compostelano de Boisaca tras la misa que se oficiará a las tres de la tarde en el tanatorio Servisa de A Coruña.

Nacido en 1940 en Porto do Son, a lo largo de su carrera representó ante los tribunales a los implicados en algunos de los crímenes más destacados cometidos en A Coruña en las últimas décadas, lo que le hizo ganar renombre en la profesión.

Entre los casos en los que participó figura el asesinato de una panadera en 1991 en el ascensor de su vivienda de Monte Alto. La mujer fue abatida de un disparo por la amante de su marido y Espinosa se encargó de la acusación particular contra la acusada, que fue condenada a 26 años de prisión.