El proyecto para cambiar el planeamiento del entorno litoral de la ría de O Burgo, aprobado por la Junta de Gobierno Local de la semana pasada, detecta un importante problema de movilidad en toda la zona, una franja que se extiende desde la playa de Oza hasta el límite con Culleredo, pasado el puente de A Pasaxe. Según figura en la documentación, aún en fase de borrador, “no existe una continuidad viaria en todo el ámbito” y las conexiones transversales con las zonas de la ciudad al oeste de la avenida de A Pasaxe, como Pedralonga y O Castaño de Eirís, son “escasas” y “no facilitan el vínculo con estos otros espacios urbanos”. Para ello, el plan propone crear una serie de sendas verdes que enlacen la zona internamente y con los barrios cercanos.
Los documentos no son definitivos, sino un primer paso para iniciar los trámites de evaluación ambiental ante la Xunta. Antes de que se apruebe la modificación en pleno, según han indicado fuentes municipales, se negociará con Marea, ya con el futuro concejal de Urbanismo, Francisco Díaz, al frente del área tras la dimisión de Juan Díaz Villoslada.
En la documentación actual se plantean cuatro enlaces a través de la avenida de A Pasaxe, dos de ellos aprovechando pasarelas ya existentes y dos con enlaces nuevos. Recorriéndola desde el sur, desde el puente, la primera se daría a la altura de la incorporación que separa una parcela vacía que se ocupa como aparcamiento (enfrente de la residencia de mayores Sant Yago) y el local La Terraza. La senda continuaría a lo largo de la calle Pedro Fernández. La siguiente partiría de la altura del colegio Santa María del Mar y enlazaría con la calle Pedralonga, y, por extensión, con ese núcleo. Para salvar la avenida de A Pasaxe, aprovecharía la pasarela que se encuentra allí.
El siguiente enlace se produciría a través de otro paso elevado que ya también está en funcionamiento, a la altura del Materno. Lleva a la zona del aparcamiento de este hospital, que bordearía por el sur. Luego continuaría a través de la calle Doctor Camilo Veiras hasta llegar a la avenida de Montserrat. El cuarto y último enlace se ubicaría poco antes de llegar al Chuac, a la altura, aproximadamente, del mirador de As Xubias de Abaixos. La senda verde enlazaría con el camino Capilla y subiría hasta O Castaño de Eirís.
Sendas para vertebrar la zona
En cuanto a las sendas interiores, algunas reaprovechan vías para vehículos y o mixtas para dotar al espacio de más conexiones peatonales, muy escasas en el barrio. Según los cálculos que figuran en la documentación, solo un 3,86% del viario es propiamente peatonal, y otro 3,34% se puede considerar sendas “que permitirían el tránsito peatonal sin interferencia, o con las mínimas” de vehículos. El resto permite el paso de coches, con lo que el espacio público está, en su “mayor parte”, compartido por viandantes y vehículos privados. Se da un desdoblamiento “solo en algunos tramos aislados, donde es posible establecer aceras”, pero con un uso “esporádico”.
Y el viario que cuenta con aceras es apenas del 46,91%, en su mayoría de ancho inferior a 1,80 metros, con lo que la accesibilidad peatonal es “muy restringida”. Finalmente, un 4,5% de la red viaria está ocupada por vehículos en aparcamiento irregular.
Para solucionarlo, el plan prevé tres grandes sendas verdes. Una recorrería el margen derecho de la avenida de A Pasaxe, en dirección hacia la ciudad, una zona que ya está ocupada por aceras. Otra, enlazando con esta en varias ocasiones, atravesaría el ámbito partiendo de cerca del local La Viña das Travesas, en las proximidades de la rotonda pasado el puente, e iría paralela a la avenida hasta antes del Materno, a unos pocos metros al Este de esta. Pasaría por encima del Colegio Santa María del Mar y por delante de algunas parcelas donde se prevé construir viviendas. Luego pasaría entre el Materno y la ría, dejando a la derecha las vías del tren, antes de conectar con As Xubias de Abaixo y As Xubias de Arriba hasta el Hospital Marítimo de Oza.
Además, como ya adelantó LA OPINIÓN, el proyecto prevé crear una senda marítima pegada al litoral desde el límite con Culleredo hasta la playa de Oza. Conectaría mediante varios enlaces con esta senda intermedia.
Crear 320 plazas de parking
En la actualidad existe en el ámbito 792 plazas de aparcamiento, según las cuentas de los profesionales que realizaron la documentación, Terravanza y Freire y Vázquez Arquitectos. De ellas, 94 están en calzada, 663 en viviendas y garajes y 35 en aparcamiento fuera de calzada. Analizando la demanda, consideran que “no existe déficit” de aparcamiento, pero que el uso de los equipamientos sanitarios introduce “picos diarios”.
El plan busca evitar que la avenida de A Pasaxe sea una zona de “aparcamiento improvisado”, con lo que plantea crear varios aparcamientos disuasorios próximos. Por otra parte, el estudio considera que hay una “absoluta dependencia del automóvil”, ya que cerca de la mitad de los desplazamientos se realizan en vehículo privado.
Para intentar corregirlo, los autores del borrador consideran necesario hacer un “estudio pormenorizado del transporte público”, estudiando la demanda y las horas punta. El carril bici presente en el ámbito tiene “notables deficiencias” en cuanto a conectividad, con lo que aunque la mayoría de la población vive cerca de este, su utilidad se ve “reducida”. Por último, cree que la vía de tren se puede aprovechar para paradas de cercanías.
