La Opinión de A Coruña

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La huelga del transporte por la subida del gasoil bloquea la distribución en los polígonos

La carga y descarga se paraliza en Agrela y crece el temor a represalias de los camioneros que secundan el paro | Sabón y Pocomaco, donde las agencias de transporte tienen los vehículos parados, no sufrieron incidentes

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La policía, pendiente de los piquetes en los accesos al puerto de A Coruña por la huelga de camioneros Casteleiro / RollerAgencia

La huelga de transportistas por la subida del precio del gasoil, que desde el lunes ha rebajado de forma notable el tráfico de pescado y cereales en el puerto, tiene efectos igualmente preocupantes para la actividad en los polígonos empresariales de A Coruña. En Agrela no entran mercancías y apenas hay descargas; en Pocomaco las agencias de transportes están paradas y las distribuidoras no reciben paquetes; y en Sabón, en Arteixo, la circulación de camiones es mucho menor de lo habitual. También hay temor, sobre todo en Agrela, a posibles represalias a los profesionales del transporte por parte de los piquetes de camioneros que secundan el paro.

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Piquetes en el puerto por la huelga de transportes Casteleiro / Roller Agencia

El embudo en la circulación del transporte pesado en zonas como Benavente, Astorga o Pedrafita, donde la concentración de camioneros enfatiza las quejas que han llevado a la minoritaria Plataforma en Defensa del Sector del Transporte de Mercancías a impulsar la huelga a escala nacional, tiene consecuencias en otros puntos de la Península que son destino de sus cargas, apuntan los representantes de los polígonos coruñeses. Los afectados lamentan que “se agudiza” la inquietud ante la falta de entrada de materias primas y porque no advierten soluciones a corto plazo desde las administraciones.

Las “complicaciones” para cargar y descargar preocupan en Agrela, donde pequeñas y medianas empresas, servicios de mensajería y laboratorios llevan tres días sin atender a sus clientes. El mayor problema es que “nadie sale y nada entra”, resume la gerente de la asociación de empresarios del polígono, Teresa Firvida.

La preocupación va más allá, se debe a la actitud de quienes respaldan el paro patronal hacia quienes tratan de continuar con la actividad. “Estamos intentando organizarnos para seguir trabajando con cierta normalidad, pero hay miedo a represalias y coacciones. Nos trasladan asociados que los piquetes no les dejan descargar y de momento no hay apenas denuncias”, explica Firvida, que considera que el perjuicio a las empresas abastecedoras por el apagado de los motores de los camiones es “más grave que como lo están reflejando los medios de comunicación”. Para evitar escenas de tensión, hubo agentes de la Policía Nacional en Agrela.

En Pocomaco no ha habido incidentes, tampoco piquetes, aseguraba ayer el gerente del polígono, Alfredo Candales. “Ahora no vemos problemas de suministro, pero hace falta una solución”, quiere tranquilizar el portavoz empresarial. Pero las agencias de transporte instaladas allí tienen las puertas cerradas, otros distribuidores tampoco se han subido a los camiones y solamente algunas empresas con vehículos propios sí han podido mover sus mercancías “con más o menos problemas”.

La circulación es suave en Pocomaco, circulan menos coches cada mañana, “trailers muy pocos”. Ocurre lo mismo en el polígono de Sabón. “Hay poco movimiento desde el lunes”, indica la gerente, Marta Marzoa. “Las empresas nos dicen que tienen carencias en el suministro de materias primas y mercancías”, añade. Tampoco en Sabón ha habido piquetes ni incidentes conflictivos.

Pero hay cautela, y ni en los polígonos ni en el puerto se plantea ahora la posibilidad de organizar convoyes protegidos mediante los que se puedan mover las mercancías. La idea se barajó el martes en las instalaciones portuarias, por eso el Puerto mantuvo comunicación con la Subdelegación del Gobierno para establecer el modo más conveniente de disponer este transporte. Quedó en suspenso, sin salidas de camiones, y ayer ninguna empresa expresó la intención de salir a la carretera en convoy a pesar de la protección ofrecida por los cuerpos de seguridad. Por la tarde, varios transportistas que salieron de Galicia sufrieron destrozos en sus camiones en Pedrafita y desde allí no pudieron avanzar.

Las asociaciones empresariales que representan a la industria y distribución solicitaron formalmente al Gobierno su colaboración urgente para asegurar el buen funcionamiento de la cadena de consumo y la garantía de la libre circulación de mercancías. En un comunicado conjunto, las organizaciones que agrupan a las principales cadenas de supermercados y los representantes de la industria y fabricantes reclamaron la acción del Gobierno, ante “el recrudecimiento de las acciones destinadas a impedir que el transporte de mercancías por carretera pueda ofrecer sus servicios”.

La Lonja urge al Ministerio a garantizar una solución

La actividad en la Lonja del puerto fue un 80% menos que en en un día normal; el martes, la reducción fue de alrededor del 50%. Son los cálculos que hace el presidente de la Lonja, Juan Carlos Corrás, que admite sentirse “muy preocupado” por la falta de soluciones por parte del Gobierno. “Tiene que ser urgente, con la garantía de unos servicios mínimos porque los perjuicios económicos a la Lonja, a los barcos y a los comercializadores son grandes”, reclama. A través de un comunicado remitido por registro al Ministerio de Transporte, Corrás solicita “que las administraciones pertinentes establezcan, de forma urgente e inmediata, un diálogo con los interlocutores de los manifestantes que actualmente mantienen el paro del transporte en toda España, a fin de conseguir una rápida solución del conflicto”. Recuerda en el escrito “el derecho a poder trabajar libremente a todo aquel que así lo desee, y que las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado deben velar por su cumplimiento y protección”.

El paro promovido por la Plataforma en Defensa del Transporte, al que se han sumado las cooperativas de transportistas Codebas y Transpuerto, que montaron piquetes desde el lunes en la entrada de los muelles de San Diego, provocó que apenas se moviera pescado ayer en el puerto. Los camiones grandes no salieron; otros vehículos para suministrar a los mercados, “poco”, según Corrás. No hubo incidentes, apuntan fuentes de la Subdelegación del Gobierno. En las plazas de abastos, los puestos exhibieron a sus clientes el pescado habitual “en un día de temporal”, compara Ángela Barrán, presidenta de los placeros de San Agustín, que señala en cambio que faltaron huevos y productos cárnicos.

La Asociación Gallega de Fabricantes de Alimentos Compuestos (Agafac), por su parte, llegó ayer a un acuerdo con los colectivos que secundan el paro para autorizar el transporte de camiones cargados con cereales para granjas y fábricas y garantizar la alimentación de animales.

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