El Club Familiar Rueiro, una agrupación nacida en el curso 1968-1969 para dar “apoyo y ayuda a las familias” en la educación de sus hijos varones, prevé construir un nuevo edificio en una parcela ahora vacía de la Ciudad Jardín, en la esquina entre Paseo de Ronda y Pérez Lugín, para que sirva como su nueva sede y residencia estudiantil.
Por el momento no se ha presentado el proyecto de obra sino solo el estudio de detalle (un documento urbanístico en el que figuran los volúmenes y alturas), pero uno de los participantes en la iniciativa, José Luis Heitzmann, explica que tendrá “una docena de plazas” para estudiantes; las llegó a haber, en el pasado, en su actual sede, situada al inicio de Alfonso Molina. Actualmente, dado que estas instalaciones presentan “deficiencias” no todas están disponibles.
Para este proyecto, Rueiro cuenta con la promoción de la fundación Montecelo, una agrupación de fomento de la educación y la cultura que tiene actualmente la titularidad de la parcela y de la sede actual de Rueiro. Montecelo es la entidad titular del Colegio Mayor la Estila, una residencia universitaria situada en Santiago de Compostela, gestiona un campamento en Paderne y realiza proyectos de cooperación al desarrollo.
Al igual que el propio club Rueiro, Montecelo está vinculado con el Opus Dei. La Estila fue una iniciativa del fundador de la Obra, Josemaría Escrivá de Balaguer, en 1948, y el medio siglo de la agrupación Rueiro se celebró en 2019 con una misa del vicario del Opus en Galicia, el coruñés Ángel Lasheras.
La asociación está vinculada al Opus Dei, pero está "abierta a todas las familias".
Pero Heitzmann explica que ambas entidades son independientes de la prelatura. “Algunos de los patronatos de Montecelo son miembros del Opus Dei, y otros no”, mientras que el acceso a Rueiro está abierto a “todas las familias que quieran participar de la ciudad”.
Se prevé que el proyecto cueste unos 3,3 millones de euros, de los que la Fundación Montecelo pondrá 1,5 millones (hasta el momento ha aportado la mitad) y otros 1,8 millones partirán de donaciones. La fundación ha recibido ya algo más de 1,3 millones de este apartado.
Un edificio de dos plantas
El diseño puede cambiar a medida que avance el proyecto, pero, el estudio de detalle establece que la nueva sede de Rueiro contará con un solo edificio de dos plantas, además de bajo y sótano, con lo que se levantará unos nueve metros sobre el suelo y quedará “por debajo de la media de las alturas de las edificaciones colindantes”. Se prevé dotar al edificio de una cubierta plana y acabado en “tonalidades claras”.
La construcción ocupará algo menos de 410 metros cuadrados de la parcela, que suma más de 1.600. El terreno sobrante se empleará para construir un jardín arbolado, con pavimentos blandos y una zona de césped, así como para establecer algunas plazas de aparcamiento en superficie.
Una vez que se construya el nuevo edificio se trasladarán a él todas las actividades que actualmente se realizan en la sede de Alfonso Molina, de las que la “principal”, según el club, es el “estudio dirigido”, un programa de seguimiento y orientación escolar para ayudar a los alumnos en sus estudios. También se da a los estudiantes campamentos y convivencias.
Según explica Heitzmann, Rueiro atiende a alumnos “desde los siete años hasta la Universidad, esta incluida”. Si bien la “formación directa” está orientada solo a varones“, se ofrecen actividades más amplias para las familias, incluyendo a las niñas, como fiestas, senderismo o esquí. También cuenta con una iniciativa de realización de cine para jóvenes, Jalisia Films.
