La huelga del transporte de mercancías comienza a tener consecuencias importantes para la actividad pesquera de A Coruña, ya que los comercializadores del puerto se vieron obligados a arrojar a la basura en la mañana de este viernes cuatro toneladas de pescado que permanecía en sus almacenes a la espera de poder ser transportado y que no podía salir de la Lonja a causa del bloqueo que sufren los muelles. El origen de esta actuación es que el pescado llevaba ya demasiado tiempo en las neveras de la instalaciones y había superado el plazo establecido para que pudiera ser puesto a la venta como pescado fresco.
La mercancía iba a ser destinada a la distribuidora Mercadona para su venta en sus supermercados de toda España y su valor en primera venta era de unos 16.000 euros, ya que el precio medio de las diferentes especies de pescado que formaban parte de este lote se situaba entre tres y cuatro euros por kilo.
En la Lonja coruñesa permanecen almacenadas otras 36 toneladas que pueden correr la misma suerte si continúa la huelga, según advierte el presidente de la empresa, Juan Carlos Corrás, quien urge a la Administración a “tomar una determinación de una vez” y a que dialogue con los huelguistas. También destaca que el paro solo afecta a una parte de España en cuanto a la distribución de pescado, ya que los puertos de los que no puede salir son los de Galicia, Asturias, Andalucía y parte de Cantabria, por lo que exige que haya una igualdad de trato para todo el territorio nacional.
La flota del arrastre permanece mientras tanto amarrada ante el alto precio de los combustibles, mientras en el Gran Sol algunos barcos siguen faenando para llenar sus bodegas sin tener la certeza de que podrán vender el pescado a un precio que les garantice la cobertura de los costes, por lo que temen que tenga que ser malvendido una vez llegado a puerto.
Para Corrás, es necesario que la Administración dialogue con los huelguistas para encontrar una “solución urgente” al problema que padece el sector pesquero coruñés y que además sea de forma permanente para evitar que esta situación vuelva a repetirse dentro de unos meses si se produce un nuevo encarecimiento de los combustibles. Según explica, la salida de camiones con pescado con dirección al mercado nacional es “imposible”, ya que, aunque en los muelles y en el acceso al puerto no se han producido incidentes durante los últimos días, en puntos estratégicos de las carreteras algunos camiones han sufrido destrozos.
En la Lonja de A Coruña la actividad fue este viernes aún menor que el jueves a pesar de la presencia de más compradores, según Corrás, quien indica que tan solo sale pescado con destino al mercado local gracias a que se transporta en las furgonetas de los propios minoristas y que las pérdidas son “importantes”. A pesar de este bajo nivel de trabajo, la Lonja no se plantea cerrar en ningún caso aunque continúe la huelga porque puede abastecer al mercado local.
El resto de la actividad portuaria también se ve afectado por la huelga, aunque también sin que se produzcan incidentes pese a la presencia de piquetes informativos en las entradas del puerto interior en San Diego y del exterior en el acceso por el polígono de Sabón. El acuerdo logrado con las empresas fabricantes de pienso y las granjas de ganado para la salida de los cereales de los puertos permite que estos productos continúen siendo transportados en los camiones de las propias factorías.
En las instalaciones de punta Langosteira operaba ayer un buque mercante que realizaba descargas de maíz que salía de esa dársena a bordo de esos vehículos sin que sufrieran problemas. Pero el resto de las mercancías que deben entrar y salir de los muelles prosiguen paralizadas a la espera de la resolución del conflicto.
