El poliducto de Repsol para llevar crudo hasta la dársena exterior de punta Langosteira está actualmente en fase de comprobación técnica de calidad, después de que se realizase el montaje de las once tuberías y el tendido del cableado y fibra óptica, cuyos soterramientos ya han concluido, según fuentes de la empresa. Las tareas de control de calidad durarán varias semanas y culminarán con la limpieza de las líneas.

Después habrán de realizarse los encuentros entre la parte de conexión soterrada y la aérea del poliducto, tanto en el entronque con la refinería como en la entrada del puerto exterior. Además, tal y como se contemplaba tras el soterramiento del trazado, se llevará a cabo la restauración de la vegetación del terreno en el que se hizo la intervención. Actualmente, Repsol está realizando también modificaciones en la refinería, que permitirán conectar las instalaciones existentes en el complejo industrial con el nuevo poliducto. Cuentan con un presupuesto de siete millones de euros y abarcan la construcción e instalación de tuberías, líneas eléctricas y fibra óptica, entre otros.

La puesta en marcha del nuevo terminal de crudo en Langosteira está prevista para finales de este verano. El poliducto y sus instalaciones auxiliares tienen un presupuesto de 80 millones de euros y la obra, en total, asciende a 126 millones.