La ORA y la circulación por la restringida zona de la Marina motivaron el año pasado un incremento de las multas de tráfico. Se invierte así la tendencia a la baja de los ejercicios anteriores, consolidada en 2019, el último año antes de la pandemia. Frente al crecimiento de las sanciones en la zona azul y en las cámaras del centro, descendieron las infracciones tramitadas con los teléfonos móviles (PDA) de los agentes policiales y el resto de expedientes. La suma total de los cuatro apartados en 2021 dio como resultado una cifra ligeramente inferior a la de dos años antes: 83.046 frente a 84.497, un 1,7% menos.
La comparación entre 2019 y 2021 salta sobre los datos de 2020, año de explosión pandémica en el que la movilidad de personas y vehículos estuvo altamente restringida de marzo a mayo en las ciudades y fuera de ellas. Con cauces normales de circulación, se advierte que en el periodo de dos años se cometieron casi un 10% más de infracciones por conducir indebidamente por la Marina y un 7,3% más por estacionar más tiempo del señalado en las zonas de aparcamiento regulado, la ORA.
El desglose de sanciones que recoge el informe de gestión anual de la Empresa Municipal de Vivienda (Emvsa), que desde 2013 tiene la encomienda de gestionar los procedimientos sancionadores por infracciones de tráfico, indica 43.187 multas de la ORA (40.250 en 2019), 15.725 por conducir sin permiso por la zona vigilada por cámaras de la Marina (14.303 dos años antes), 11.965 tramitadas con PDA (15.148) y 12.169 en la categoría del resto de expedientes (14.796).
Los incrementos en la ORA y la Marina contrastan significativamente con los datos de 2019 porque los registros de aquel año suponían respecto al anterior, 2018, una notable caída de sanciones: del 28% en el caso del estacionamiento regulado y del 31,5% en la circulación por la avenida de la Marina. En total, las multas de tráfico habían caído un 20% en 2019, de 105.741 a 84.497. Por el contrario, el resto de sanciones habían subido casi un 6%, en gran parte debido a una campaña municipal contra la doble fila y el aparcamiento irregular iniciada en octubre y que se interrumpió a los seis meses por la pandemia.
Dos años después, los números de Emvsa reflejan que los conductores vuelven a cometer más irregularidades al estacionar en zonas de pago y al circular por zonas de tráfico restringido, la Marina, donde las multas se imponen a vehículos que no tienen autorizado pasar —todos salvo buses, taxis, bicicletas, residentes y reparto— gracias a la captación de imágenes mediante cámaras de vigilancia instaladas desde 2017.
La tendencia opuesta la protagonizan las infracciones tramitadas con los teléfonos móviles que llevan los agentes en el ejercicio de su actividad de calle, que cayeron un 21%. Estos dispositivos tienen un software específico para la gestión de las multas, incluyen la firma del agente que sanciona la infracción e incorporan una cámara que permite añadir al expediente administrativo una prueba documental de la irregularidad denunciada para evitar que se produzcan errores en la identificación del vehículo.
El resto de expedientes tuvieron el año pasado un descenso del 17,7%. Entre ellos se incluyen las multas relacionadas con la velocidad. A Coruña tiene desde 2020 la declaración de ciudad 30, aquella en la que la velocidad se reduce a 30 kilómetros por hora en todas las vías urbanas salvo en las que tienen más de un carril por sentido. Circular a esta velocidad es difícil de constatar, aseguran profesionales de la conducción como los taxistas y los conductores de autobús, aunque la Policía Local suele realizar controles aleatorios de velocidad, de los que pueden salir parte de estas infracciones. Se desconoce si hay otro método para medir la velocidad de circulación en zonas donde no se pueden superar los 30 kilómetros por hora.
Por el conjunto de sanciones de tráfico impuestas en 2021, el Concello ingresó 2,67 millones de euros, cantidad que se corresponde con la recaudación en fase voluntaria de pago, lo que supone una rebaja en el montante de la sanción. Bajo esta modalidad se tramitaron algo más de la mitad de los expedientes, el 57,6%. Por la gestión de las multas Emvsa facturó al Ayuntamiento 400.893 euros, un 6,2% y un 4,6% más que en los ejercicios de 2020 y 2019 pero una cantidad inferior a las de 2018 y 2017. El informe de Emvsa señala que la entidad pública todavía arrastra un déficit por gastos de correos de años anteriores de alrededor de 500.000 euros.
