El precio medio del metro cuadrado de las viviendas vendidas en A Coruña durante el año pasado fue de 2.138 euros, cifra que supone un incremento del 9,4% con relación a 2020, según los datos del estudio efectuado por el Colegio de Registradores de la Propiedad de España a través de las transacciones inscritas en sus archivos. El aumento representa una subida del coste de los pisos que supera en casi tres puntos el del resto de los bienes durante 2021, ya que la inflación se situó ese año en el 6,5%.
A Coruña se posiciona así en el undécimo lugar de la clasificación entre las capitales de provincia españolas en cuanto al precio medio de la vivienda, que está encabezada por San Sebastián, Barcelona y Madrid. Por encima de A Coruña se sitúa también la única capital con un término municipal más reducido, Cádiz, en la que la falta de suelo también influye en la carestía de la vivienda.
La estadística de los registradores no contiene datos de ventas por ciudades, sino por provincias, que en el caso de la coruñesa refleja que durante 2021 se llevaron a cabo 9.080 operaciones de este tipo, un 30,7% más que en el ejercicio anterior, marcado por el confinamiento causado por la pandemia y las duras restricciones. Del total de viviendas vendidas, 6.900 eran usadas y representaron un aumento del 27,9% sobre el año anterior, mientras que 2.180 eran de nueva construcción y crecieron un 40,6%.
Al comparar el volumen de las ventas con el total de la población de la provincia, la de A Coruña se coloca entre las que presentan un índice más bajo en el país, ya que, a pesar del aumento en un 31,1% durante el año pasado, las 8,11 operaciones formalizadas por cada mil habitantes se quedan muy lejos de los primeros puestos. Si se desglosan las ventas por viviendas usadas, el índice es de 6,16 por millar de habitantes, mientras que en las nuevas alcanza el 1,95.
Sobre el comportamiento del mercado inmobiliario español que reflejan estas cifras, el Colegio de Registradores explica que “la actividad económica, en términos de PIB, ha recuperado durante 2021 parte del ajuste registrado en 2020”, y añade que esa mejora está acompañada “de previsiones de crecimiento durante los próximos años que, sin embargo, se pueden ver condicionadas por la situación en el este de Europa”, en referencia al conflicto armado en Ucrania.
Según los registradores, “este buen comportamiento del último año, así como las previsiones de 2022, resultan fundamentales para el mercado inmobiliario”, hasta el punto de que lo consideran como “una de las variables más relevantes para definir el comportamiento futuro del mercado inmobiliario”.
También aluden los registradores a los “aspectos sociales e incluso psicológicos provocados por la pandemia” en el mercado de la pandemia, ya que destacan que el confinamiento domiciliario, las restricciones de movilidad y la intensificación del teletrabajo han generado “un uso más intenso de las viviendas” y que se haya llevado a cabo “un auténtico proceso de auditoría de las mismas, y en no pocos casos se haya decidido que una de las opciones a tomar por parte de las familias era cambiar de vivienda”.
En esos casos, las nuevas residencias buscadas son de mayor superficie, tanto interior como exterior, y con una mayor flexibilidad en cuanto a su localización, “especialmente si las características de las viviendas y el presupuesto no permitía afrontar la compra en el lugar deseado”, explica la entidad colegial, para la que “el tradicional predominio de la variable localización, durante el periodo de crisis sanitaria ha perdido relevancia en favor de las características físicas de la vivienda”.
La superficie media de las viviendas vendidas en España en 2021 alcanzó los 102 metros cuadrados, lo que supone un récord que los registradores atribuyen a las consecuencias de la pandemia. La vivienda nueva libre sigue siendo la de mayor superficie media, con 110,8 metros, seguida de la usada con 100,5 y la nueva protegida con 86,6 metros cuadrados.
Esto se debe a la continuidad del crecimiento de la demanda de las viviendas de mayor tamaño, de forma que las de más de 80 metros cuadrados suponen el 52,51% de las compraventas, lo que también representa un récord. Los pisos con menor superficie, entre 40 y 60 metros cuadrados fueron solo el 16,19% de las ventas y los de menos de 40 metros el 3,25%.
Otro dato destacado que incluye la estadística registral inmobiliaria es el porcentaje de las ventas que se efectúan en la capital de la provincia con respecto al resto del territorio. En A Coruña es solo el 26,01%, con un descenso además del 1% sobre el año precedente, lo que la deja en las últimas posiciones entre las capitales españolas. Esta situación se explica por el alto número de habitantes existente en el resto de la provincia en comparación con otras del país, en las que su capital concentra en muchos casos gran parte de la población total.
También es relevante en la provincia coruñesa el porcentaje muy bajo de compras de viviendas por parte de extranjeros, ya que solo supone el 0,93% del total de las realizadas en 2021, año en el que además cayeron un 0,07%. Esa cifra contrasta claramente con la de Alicante, la provincia en la que hubo más compras por personas de otras nacionalidades, ya que una de cada tres viviendas fueron adquiridas por extranjeros. La procedencia de quienes adquirieron esas viviendas en A Coruña fue Portugal en un 11% de los casos, Italia en el 9% y Alemania en un 9%.
Los registradores incluyen además en su estadística el número de hipotecas que se suscriben en las operaciones de compra, de forma que en las 9.080 contabilizadas en la provincia, 6.372 contaron con esa fórmula de financiación, que se incrementó un 23,2% el año pasado tras el parón causado por la pandemia el anterior.
