La Opinión de A Coruña

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Astilleros Valiña: la finca que Isomán vendió por 28,2 millones de hoy por deudas y en la que nunca se edificó

El Concello restringió a la inmobiliaria coruñesa la edificabilidad de la finca en la burbuja, y ahora quiere hacerlo a la actual propietaria

Finca de los antiguos Astilleros Valiña. | // Carlos Pardellas

La finca de Astilleros Valiña conserva el nombre de la última empresa que le dio uso, pero esta la abandonó en 2005 y desde entonces la parcela, anexa a la ría y situada entre la playa de Oza y las construcciones de As Xubias de Arriba, ha sido objeto de dos planes para construir viviendas truncados por decisiones municipales de reducir edificabilidad. El más reciente fue el de la actual propietaria, la empresa Landcompany 2020, perteneciente al Banco Santander, y que no fue tramitado, pero la primera inmobiliaria interesada fue la coruñesa Isomán, que compró el terreno en 2005. Pasada la burbuja, la empresa tuvo que venderla para pagar deudas, y la transfirió a la empresa Mesena, perteneciente a Banesto, por casi 24 millones de euros de 2011, esto es, unos 28,2 millones al cambio actual.

La cuantía se justificaba por la buena situación de la finca, con vistas a la ría, pero su interés urbanístico había disminuido con respecto a 2005, cuando la adquirió Isomán. En aquel entonces la empresa preveía construir bloques de ocho alturas, y llegó a obtener el visto bueno municipal. Pero el Ayuntamiento bloqueó el plan al suspender las licencias para realizar un cambio de normativa urbanística; cambio que restringió en gran medida la edificabilidad. La empresa llegó a denunciar al Ayuntamiento por una demora injustificada en la tramitación de la actuación, pidiendo una compensación en los tribunales.

Aunque Isomán nunca construyó en el terreno, sí lo empleó para adquirir varias hipotecas millonarias con el Banco Español de Crédito y la Caja de Ahorros de Valencia, Castellón y Alicante. Estas se sumaron a otros pasivos con entidades bancarias que llevaron a la empresa, que llevaba en activo desde 1988 y había construido edificios como el Álvaro Cunqueiro de Linares Rivas o el complejo Trébole en la avenida de A Sardiñeira, al borde de la bancarrota tras el estallido de la burbuja.

La venta de la finca, de hecho, fue parte de una negociación con los bancos para evitar el cierre definitivo tras entrar en preconcurso de acreedores en 2011 por una deuda de cerca de 100 millones de euros. Se le perdonó parte del pasivo, y pagó la mayoría del resto deshaciéndose de propiedades: en la misma escritura de venta a Mesena transfirió participaciones menores en dos fincas del solar de As Percebeiras por cantidades inferiores. En 2012, Astilleros Valiña pasó a ser propiedad del grupo Santander, tras su fusión con Banesto, y luego a la inmobiliaria Altamira.

En aquel entonces, pese a que habían pasado los años dorados del sector inmobiliario, el máximo responsable de Isomán, Antonio de la Iglesia, declaró a este diario que estaba convencido de que el banco revendería el terreno en cuanto hubiese un cliente dispuesto a comprarlo. Pese a la reducción de aprovechamiento urbanístico, ratificada por el actual Plan General de Ordenación Municipal (PGOM), de 2013, la finca permite construir viviendas: la edificabilidad es de 13.752 metros cuadrados, para una finca de poco más de 14.400.

Pero nunca la vendió, y, de hecho, entre 2016 y 2020 el grupo amplió su parcela con la adquisición de algunas fincas menores. Este último año el pleno municipal llegó a un acuerdo que interrumpiría los posibles planes de construcción, al decretar la suspensión durante un año del derecho a solicitar licencias urbanísticas en una amplia franja entre la playa de Oza y el límite con Culleredo. Esta mora debía servir para que el Ayuntamiento propusiese una modificación de la normativa urbanística del área.

El pleno aprobó el interdicto el 5 de noviembre, y un día antes Landcompany 2020 presentó un estudio de detalle para construir 112 viviendas en el terreno para evadirlo. El Concello lo desestimó por falta de información suficiente, y la empresa no recurrió la decisión. Ahora, el Ayuntamiento ha hecho público un primer borrador que negocia con Marea e incluye reducir la edificabilidad en el área (para Astilleros Valiña quedarían 56 pisos). Landcompany 2020 podrá presentar alegaciones cuando se tramite.

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