La asociación AGA-Ucraína se volvió a reunir esta mañana en la plaza de María Pita de A Coruña para mostrar su repulsa a la guerra. Para escenificar el horror que se está viviendo en sus ciudades de origen, la entidad colocó zapatos y juguetes en el suelo y algunos de los asistentes también se acostaron en la plaza, como si estuviesen muertos. Es un símbolo de todas las vidas que se están destruyendo y que han quedado quebradas por el ataque de Rusia. Fue también la concentración de hoy un momento para el reencuentro, ya que algunas de las personas que han llegado a la ciudad desde Ucrania hace semanas han podido abrazarse con las que llegaron después.