El Instituto Municipal Coruña Espectáculos (IMCE) es el ente en el que el Ayuntamiento descarga buena parte de la gestión cultural de la ciudad: la de los teatros Rosalía y Colón (este último compartida con la Diputación), el Fórum, el Ágora, el Coliseum y las fiestas. Pero la plantilla considera que el Concello está asfixiándola en cuanto a personal, reduciendo puestos de trabajo y estableciendo un presupuesto con menos recursos sin diálogo, algo que el Concello rechaza. Sus quejas quedan reflejadas en cuatro alegaciones a los presupuestos desestimadas todas ellas, presentadas por el director del Rosalía y delegado sindical, Xosé Paulo Rodríguez Domínguez.
Este gestor cultural denuncia que se suprimieron las plazas de director de fiestas y las de jefe y auxiliar de mantenimiento, al tiempo que los puestos de dirección del Fórum y del Teatro Colón se dotan con el 50% de la suma que correspondería.
Pero según un informe de la administradora del IMCE, Ana Castro, y el consejero delegado, Gonzalo Castro (también es jefe de gabinete de Alcaldía y, desde hace pocos días, coordinador general del Ayuntamiento), las tres plazas suprimidas responden a una “redefinición” del servicio que permitirá crear “otras que refuercen los servicios administrativos”.
En cuanto a la falta de la mitad del sueldo de los directores del Fórum y el Colón, los administradores del IMCE argumentan que, dado que los retrasos en la aprobación del presupuesto impiden que entre en vigor antes de este mes, y que para asignarlas serán necesarios trámites y un proceso selectivo, “no se estima que se puedan cubrir hasta la segunda parte del año”. De la respuesta de los administradores se deduce que se intentará cubrir estos puestos antes de final de año, aunque no se comprometen directamente a hacerlo.
El delegado sindical del IMCE protestaba también porque en la plaza del director del Fórum se le cambia “la naturaleza de su relación” laboral, de laboral a funcionario, y se le rebaja de nivel de complemento de destino de 26 a 24. Según la respuesta del IMCE, “no hay ninguna modificación de la naturaleza de la plaza” y se prevé que sea funcionario, “ante el proceso de funcionarización del resto de trabajadores”. La rebaja del complemento se corresponde a una equiparación con el resto de puestos similares; lo anterior se debía a “situación extraordinaria” en la que la misma persona asumía la dirección del Ágora y del Fórum.
Los trabajadores también protestan porque consideran que las cuentas del organismo no fueron negociadas con la representación sindical, algo de “obligatoriedad refrendada por numerosas sentencias”, mientras que los administradores responden que en los últimos meses se produjeron “varias reuniones” y había prevista una para el 5 de abril. Para Xosé Paulo Rodríguez, estos cambios suponen un incumplimiento de acuerdos a los que se llegó con los trabajadores en 2020, cuestión que los administradores niegan.
Los argumentos de los administradores fueron asumidos por el Ayuntamiento, que los incorporó a un documento en el que propuso rechazar las 21 alegaciones a los presupuestos de este años. Esta propuesta recibió el rechazo de los grupos de la comisión de Hacienda, excepto el PSOE: PP y BNG votaron en contra y Marea se abstuvo, aunque ahora negocia con los socialistas la incorporación de algunas.
