El dolor de los ucranianos residentes en A Coruña sigue muy vivo ocho semanas después del inicio de la guerra. Cada vez son más los refugiados que, producto de iniciativas solidarias de distinta naturaleza, llegan a la ciudad para encontrar algo parecido a un hogar provisional hasta que la guerra cese. Cada domingo, los ucranianos, arropados por sus familias de acogida y de la ciudadanía coruñesa comprometida y sensible a su situación, se concentran en María Pita para mantener viva la tensión por el conflicto y el recuerdo hacia sus heridos y fallecidos.
Un domingo más, los ucranianos asentados en la ciudad leyeron ayer los testimonios de sus compatriotas recién llegados, entonaron al unísono el himno de su país y volvieron a pedir, por enésima vez, el cese de la violencia sobre Ucrania, apoyo internacional y la negociación para encontrar una solución a la guerra
La concentración de este domingo, promovida por la asociación AGA-Ucraína, dio a luz a una nueva iniciativa que se repetirá en próximas convocatorias: la venta de banderas ucranianas a 10 euros, cuyos beneficios irán destinados íntegramente a ayuda humanitaria para el país atacado.
Las semanas van pasando y los ciudadanos ucranianos comienzan a hacerse un lugar entre los vecinos de A Coruña. A ellos quisieron también agradecer su hospitalidad y su acogida. Las iniciativas solidarias por parte de particulares, empresas e instituciones se han multiplicado desde el inicio del conflicto. Esta semana, el salón recreativo Estrella Park, de Marineda City, invitó a los niños ucranianos a pasar la tarde en sus instalaciones. Una jornada en la que pudieron olvidar, por unos instantes, el horror de lo vivido.