La Guardia Civil ha detenido al patrón de la lancha que el viernes Santo arrolló mortalmente al oftalmólogo coruñés Juan Tábara cuando nadaba junto a un compañero en aguas de la playa de Silgar (Sanxenxo).

Al detenido, vecino de Sanxenxo de 34 años, la Guardia Civil lo investiga por un delito de homicidio imprudente, según han confirmado fuentes de la investigación.  

El arresto del piloto de la lancha se produce al día siguiente de que los agentes de la Benemérita entregaran un atestado preliminar de lo ocurrido en el Juzgado de Cambados, al que ha sido asignado la instrucción del caso. 

 El patrón de la lancha acudió a la Comandancia de Pontevedra citado por los agentes y lo hizo acompañado de su abogado. Allí se le intentó tomar declaración en calidad de detenido pero él se acogió a su derecho a no declarar y la Guardia Civil, tras consultarlo con el juzgado si procedían a su puesta a disposición, este decretó su puesta en libertad a la espera de que sea citado a declarar en sede judicial como investigado por un supuesto delito de homicidio imprudente.

El detenido quedó en libertad en sede policial a la espera de que sea citado a declarar por el juzgado

Según confirmó esta mañana en Caldas de Reis el delegado del Gobierno, José Miñones, el punto en el que se produjo la colisión fue dentro de los 200 metros que se establecen como zona de baño y que la velocidad de la lancha en el momento del impacto era excesiva en virtud de la declaración de los numerosos testigos. De hecho, el delegado cifró la distancia exacta a la que se produjo el arrollamiento en los "188 metros".

En el citado atestado remitido al juzgado de Cambados constaría información determinante para armar la acusación contra el pilotos. Con datos como los recabados de los GPS del barco y de la víctima que precisarían a qué velocidad y por dónde navegaba la lancha en el momento del arrollamiento mortal.

Se trata de una lancha rápida de competición del equipo de Sanxenxo “Tuentichu” que participaba en pruebas de la clase “Endurance”. De hecho, estaba anunciada su participación este fin de semana en una competición en Benalmádena, prueba con la que iban a estrenar el calendario de 2022. El equipo también había comunicado su presencia en campeonatos en Blankerberge (Bélgica), en junio, y en Como (Italia), durante el segundo fin de semana de octubre.

Según expertos en reglamento marítimo, aunque la playa que no esté balizada, como era el caso el Viernes Santos en Silgar, cualquier persona que patronee una embarcación debe entender que esta se extiende en una franja de 200 metros desde el litoral en la que no puede superar la velocidad de tres nudos. 

 No obstante, los citados expertos recalcan que más allá de los 200 metros, “y con más motivo”, sigue vigente la obligación para el bañista de nadar con la boya señalizadora; como también el patrón, en aras del principio de precaución, “debe cumplir con el principio de vigilancia”, asegurándose de que tiene la trayectoria libre de cualquier obstáculo y adecuando la velocidad en caso de cercanía de bañistas, submarinistas u otras embarcaciones.

Según las citadas fuentes, ambos nadadores usaban la boya de señalización, por lo que el piloto de la embarcación debería respetar este “principio de vigilancia”.