Las administraciones se han sumado a la labor solidaria que las entidades sociales vienen realizando con los refugiados ucranianos desde que estalló el conflicto, con apoyo logístico y económico. El delegado del Gobierno en Galicia, José Miñones, visitó ayer el centro desde el que la asociación Accem gestiona la atención a los desplazados que llegan a la ciudad. Miñones trasladó su reconocimiento a la plantilla que trabaja con los refugiados y destacó que, desde la activación del procedimiento de urgencia, la Policía Nacional tramitó 1.707 permisos temporales en Galicia. Paralelamente, el Concello, a través de Benestar social, puso en marcha un programa educativo de clases de español gratuitas para personas ucranianas de acogida. Los cursos, dos para menores y otros para adultos, tienen como finalidad promover la integración de los ucranianos mientras residan en la ciudad. Las lecciones se impartirán desde hoy hasta el 31 de agosto. La concelleira de Benestar Social, Yoya Neira, señaló que el desconocimiento del idioma “supone una gran barrera para la integración”.