La Opinión de A Coruña

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La conversión del cine París en local hostelero deberá recuperar el diseño de la fachada original

La comisión del plan de protección del casco histórico insta a los nuevos arrendatarios a definir obras interiores y exteriores en el proyecto de reforma, que aún no tiene licencia | Prevén abrir en verano el negocio de hostelería

Fachada principal del cine París, en el número 8 de la calle Real. | // VÍCTOR ECHAVE

Los arrendatarios del antiguo cine París, donde la actividad comercial de la tienda de ropa Pull and Bear cesó en julio del año pasado, preveían reabrir el lugar como local de hostelería en marzo o abril de 2022. La nueva estimación es para el verano, debido en gran medida a que la obra en el interior y el exterior del edificio carece aún de licencia municipal. Lo que retrasa su concesión a los promotores, la sociedad limitada Urban París Real Ocho, es que el proyecto no define o no incluye determinadas intervenciones, entre ellas la recuperación de “la composición y las características originales” de la fachada.

Esta indicación aparece en un dictamen que la comisión asesora del Plan Especial de Protección y Reforma Integral (Pepri) de Ciudad Vieja y Pescadería ha emitido en el primer trimestre de este año tras una consulta efectuada por los impulsores de la transformación del cine París. La resolución, la primera sobre este asunto que trata la comisión, dictamina que se han de realizar obras en el interior del inmueble que hace esquina en las calles Real y Torreiro y también en el exterior.

Uno de los propietarios del edificio señala que las obras requeridas, de las que ya hay conocimiento pero que no han sido comunicadas directamente por la comisión, no son complejas y solo falta recibir la licencia. La misma fuente calcula que el permiso será concedido en cuestión de días para poder llevar a cabo esos trabajos. Añade que la intención de los arrendatarios es “potenciar la fachada”, de la que habrá que retirar los elementos de carpintería del escaparate del piso superior. El dictamen de la comisión indica que uno de los aspectos que deberán recuperarse es la antigua marquesina.

Respecto a las actuaciones en el interior, el órgano asesor dictamina que la reforma recogida en el proyecto para modificar el uso del inmueble “no define las instalaciones necesarias para implantar este tipo de actividad [hostelera] ni las instalaciones de ventilación, extracción, aislamiento acústico, de protección contra incendios, ni la definición de las distintas zonas de uso, como las relativas al saneamiento, la conexión de este con la red general o la disposición del mobiliario o el aforo previsto, entre otras”.

El motivo de la consulta remitida a la comisión por los promotores hosteleros fue conocer si el cambio de uso y las obras proyectadas en el inmueble para implantarlo eran compatibles con el nivel de protección del edificio, que es de nivel III, estructural. El dictamen apunta que “el cambio de uso será autorizable si las obras necesarias para implantarlo resultan compatibles con el régimen de protección del edificio”, ante lo que especifica el tipo de actuaciones que han de llevarse a la práctica y que el plan de reforma no define. “El proyecto de actividad que se presente deberá ser coherente con el proyecto arquitectónico”, concluye la comisión asesora del Pepri.

Actividad cultural

Cuando Pull and Bear cerró su tienda en el número 8 de la calle Real donde hasta 1999 estuvo abierto el viejo cine París, no tardó en conocerse que un grupo hostelero proyectaba la puesta en marcha de un negocio. El alquiler a largo plazo del edificio se acordó en agosto del año pasado y la previsión inicial de su apertura apuntaba de manera poco definida a “los próximos meses”. La estructura del inmueble protegido se mantendría, informaban entonces fuentes próximas a la negociación, que añadían que se haría una pequeña reforma para darle más importancia a la fachada con una mejor iluminación; del interior no se avanzaban detalles.

Las mismas fuentes contaron que mientras no hubiera uso hostelero en el edificio del cine París se organizarían en su interior distintos actos culturales. El primero de ellos fue la presentación del libro Tournée La Coruña Paris, impresiones de un viaje en 1909 del Alcalde Coruñés, Francisco Ponte y Blanco, a finales de septiembre. En el acto, el editor coruñés Manuel Arenas se rodeó por un decorado en el que se incluyeron figuras de actores como Humphrey Bogart y Marilyn Monroe para recordar que la fecha de aquella presentación casi coincidía con la de la proyección de la primera película en el cine París, en 1908.

Un mes después, la cartelera de la sala anunció una proyección cinematográfica de culto, la del filme El ataque de los muertos sin ojos, dirigido en 1973 por Amando de Ossorio. La iniciativa la promovió también la librería Arenas y corrió a cargo de IB Cinema, la productora de Ignacio Benedetti, quien posee la copia original, entregada por el cineasta antes de fallecer en 2001.

Los arrendatarios del cine París promovieron también la fiesta de Nochevieja del año pasado en su interior, que se convertiría de forma ocasional en una discoteca aunque el inmueble todavía no había obtenido el uso hostelero. La fiesta, que se había publicitado a través de las redes sociales y de la que se habían agotado las entradas, no se celebró finalmente debido a las restricciones impuestas por la Xunta por el aumento de casos de COVID-19 en la ciudad y los promotores devolvieron el dinero a las personas que las habían adquirido.

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