El área comercial de que dispondrá la estación intermodal, que contará con 12.500 metros cuadrados de extensión, será perjudicial para el pequeño comercio de su entorno, según José Salgado, presidente de Distrito Mallos, la asociación que agrupa a los empresarios de este sector en el barrio. “Si abre una superficie comercial en Os Mallos, el pequeño comercio sobra”, advierte el portavoz de los comerciantes, para quien el centro Marineda City ya tiene un efecto negativo en esta zona de la ciudad, puesto que, además de los autobuses urbanos que atraviesan el barrio para llegar hasta ese recinto, “hay gente de Os Mallos que va hasta allí andando”.
“Si van a poner otra superficie comercial aquí en el barrio, claro que a perjudicar al pequeño comercio, es de sentido común”, comenta Salgado sobre las futuras instalaciones comerciales de la intermodal, que el Gobierno local defiende con el argumento de que sus dimensiones serán bastante menores de lo que se había proyectado en un principio, por lo que estima que habrá una “menor competencia con el tejido comercial de proximidad”.
También prevé que la nueva estación para autobuses y trenes será un “nudo de actividad” que contribuirá a la “revitalización” de Os Mallos, un barrio al que considera de “potencial vulnerabilidad”, y que el complejo actuará como “motor económico”. Así lo explica en el rechazo a las alegaciones presentadas por Marea Atlántica al cambio del plan general necesario para la construcción de la intermodal, en las que esa formación se oponía al volumen de edificabilidad destinada a usos comerciales que figura en el proyecto de la nueva terminal por considerarla excesiva y lesiva para los establecimientos de Os Mallos.
José Salgado afirma que los comerciantes del barrio están “preocupados porque esto va fatal, primero fue la pandemia, luego la guerra y ahora la subida de precios tan impresionante”. Según explica, “están cerrando un montón de comercios”, hasta el punto de que en algunas calles de Os Mallos “da verdadera pena ver la cantidad de ellos que están cerrados, vamos a conseguir un barrio de locales cerrados”.
Otro de los problemas que aprecia el presidente de Distritos Mallos es la intención de algunos propietarios de locales comerciales de reformarlos para destinarlos a viviendas ante la dificultad para arrendarlos a comerciantes. Aunque por el momento en el barrio no existen muchos bajos reconvertidos para este fin, Salgado expresa su temor a que proliferen.
