El instituto Rafael Dieste contó este miércoles con la visita de uno de los escritores más ilustres del mundo, Theodor Kallifatides. El escritor griego, de 84 años, ofreció su experiencia vital y literaria en una charla de algo más de una hora a los alumnos de primero de Bachillerato del centro. Ante los alumnos, Kallifatides detalló sus inicios y cómo la Segunda Guerra Mundial, que vivió durante su infancia, condicionó su carrera como escritor. A escribir a aprendió antes, a los cinco años, “porque su padre era profesor”, comentó. También le ayudaron sus hermanos mayores. Sobre ellos cuenta que también jugaban con él al fútbol. “Yo era la pelota”, matizó. 

La guerra marcó su infancia y su futuro con las letras. “Los alemanes decidieron ejecutar a una persona del pueblo en la plaza. Solo había mujeres, niños y ancianos”, narra el escritor. Recuerda que acudió solo con su madre a presenciar el fusilamiento porque su padre estaba en prisión y sus hermanos, desaparecidos. “Le dispararon al hombre y cayó de frente porque detrás tenía un muro. Cuando estaba a mi altura cruzamos las miradas”, recordó.

Visita de Theodor Kallifatides al IES Rafael Dieste VICTOR ECHAVE

Este breve instante le marcó profundamente. “Aquella tarde no quería salir a jugar. Me senté en el escritorio de mi padre y comencé a escribir. Cuando salió de prisión le di el papel. Lo guardó hasta el día que murió”, explicó Kallifatides. Cerró la introducción a la charla asegurando que “nunca te puedes encontrar más cerca de ti mismo que cuando escribes”.

El escritor contó también las pruebas que superó en su traslado a Atenas y que le sirvieron para curtirse como escritor. A raíz de una redacción premiada por su profesor, todos sus compañeros le pedían ayuda para escribir cartas de amor. “Le escribí treinta cartas distintas a la misma chica porque todos estaban enamorados de ella”. Esta anécdota y su emigración por trabajo a Suecia, donde publicó su primer libro de poemas en el idioma natal, fueron los comienzos de su carrera literaria, que le llevó a cultivar todo tipo de géneros e, incluso, adentrarse en el guion cinematográfico.

Kallifatides hizo hincapié durante la charla en su visión pacifista del ser humano. “He nacido para amar, no para odiar”, afirmó con rotundidad ante las preguntas de los alumnos. El escritor lamentó el conflicto de Ucrania, sobre el que comenta que “cuando da comienzo una guerra es porque no se han explorado bien otras posibilidades”. A Kallifatides le sorprende la posición de Europa y otros países, a los que achaca que “no hay un movimiento hacia la paz” por su parte.

Visita de Theodor Kallifatides al IES Rafael Dieste VICTOR ECHAVE

Sobre la guerra habló en sus escritos repasando las obras clásicas griegas: “La Ilíada es la pieza de arte contra la guerra más grande y más antigua”. Kallifatides lamenta que la tradición la haya mantenido como una historia más “de héroes y mujeres bonitas”. También promete publicar una revisión personal de la otra gran obra de Homero, La Odisea. En su repaso condenó la sociedad en la que le tocó nacer, “llena de odio, machismo, maltrato y fascismo”, y en la que “siempre fueron abusabas y maltratadas las mujeres y los niños”. Su reflexión la remató advirtiendo de que el mayor pecado del ser humano es “la falta de empatía”.

El Premio Nobel y su eterna candidatura también salió a debate, aunque Kallifatides no cree que se lo vayan a dar nunca. “No soy un caballo”, bromeó con los estudiantes. Por la tarde, Kallifatides conversó en la Fundación Luis Seoane sobre su obras y sus inquietudes con los filólogos Javier Pintor y Miguel Giráldez. Este jueves, charlará con alumnos del instituto Francisco Aguiar, en Betanzos.