Marea Atlántica obtuvo el único e insuficiente apoyo de la edil no adscrita en la moción del pleno con la que instó al Gobierno local a cesar a la concejal de Deportes, Mónica Martínez, y a obtener el reintegro de las retribuciones que percibió por este cargo desde septiembre de 2020, después de que un juzgado coruñés anulase el mes pasado su nombramiento como miembro del Ejecutivo por considerar que su designación supone un caso de transfuguismo político. Los socialistas se opusieron a la iniciativa, defendida por la fuerza política que llevó a la Justicia la incorporación de Martínez al Gobierno municipal, mientras que el PP y el BNG, que criticaron la designación de la exconcejal de Ciudadanos, prefirieron abstenerse.
Marea insistió en que el caso de Martínez vulnera el pacto contra el transfuguismo político y matizó que la formación nunca pidió la dimisión de la concejal sino que se posicionó “en defensa de la democracia”.
El portavoz municipal, José Manuel Lage, aseguró que el nombramiento de Martínez estuvo avalado por informes legales y que, con esa incorporación al Ejecutivo “ni cambió la Alcaldía ni se alteraron las mayorías en la Corporación”. Negó también que la actual responsable de Deportes pretendiese obtener un aprovechamiento económico con su nuevo cargo y defendió que sus retribuciones se ajustan a sus competencias.
El PP incluyó el episodio del nombramiento de Mónica Martínez y el posterior fallo judicial en el capítulo de casos que, recalcó, “acentúan la crisis de gobierno” en el Ejecutivo de Inés Rey, y el BNG recordó que la sentencia no es firme, por lo que abre la puerta a su apelación.
